La Esposa de mi Primo
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la yerba la ponía extremadamente cachonda y le gustaría que yo estuviera igual, acto seguido se acercó a mí y junto sus labios con los míos fundiéndonos en un apasionado beso en el que metía y sacaba su lengua de mi boca y yo hacia lo propio, mis manos empezaron a acariciarle sus deliciosas nalgotas mientras ella encendía el cigarrillo de droga.
Una vez que ambos le fumamos a la yerba, apagó el cigarrillo y lo guardó, entonces nos entregamos al besuqueo desmedido intercambiando saliva, mis manos se apoderaron de sus nalgotas hermosas en principio por encima del vestido y después aprovechando el gran escote del vestido introduje mi mano por debajo de éste constatando que no llevaba pantaletas y pude palpar en directo sus excelentes nalgas metiendo mis dedos entre ellas para acariciar su diminuto culito, Lupita estaba verdaderamente excitada al igual que yo, bajo una de sus manos acariciándome la verga por encima del pantalón por un buen rato mientras yo seguía acariciando su culo hasta que propuso volver a la fiesta para no despertar sospechas y así lo hicimos.
Volvimos a la mesa y estuvimos platicando de la enorme atracción que sentíamos el uno por el otro y los deseos sexuales que nos despertábamos mutuamente acordando dar rienda suelta a nuestras bajas pasiones en el más absoluto secreto.
Luego de que mi primo terminó su primera actuación y se reunió con nosotros, estuvimos tomando unos tragos, una hora después tuvo que volver a su segunda actuación, lo que ...
... aprovechamos Lupita y yo para pararnos a bailar nuevamente alejándonos lo más posible del escenario y aprovechando que nadie de los presentes nos conocía nos besábamos como si fuéramos pareja, en eso estabamos cuando repentinamente se fue la luz, quedando el salón en absoluta obscuridad, así que nos empezamos a besar con apasionada entrega mientras mis manos se posesionaban de sus sabrosas nalgas, ella dio media vuelta y puso sus suculentas nalgas contra mi verga restregándolas contra mi erección, aproveche la situación y sin ningún pudor coloque una de mis manos en sus senos y la otra en su abultada pelvis acariciándola con cachondez extrema, estabamos tan calientes que decidimos ir nuevamente al automóvil.
Nuevamente fumamos yerba entregándonos al cachondeo, ella propuso subirnos al auto ya que quería conocerme la verga y así lo hicimos, desde el momento en que Lupita abordo el auto se levantó el vestido hasta la cintura dejándome acariciarle los muslos y su vellosidad pélvica introduciendo uno de mis dedos entre sus labios vaginales frotándole el clítoris mientas ella me bajo el cierre del pantalón dejando en libertad mi endurecido pene y se dedicó a chaqueteármelo, le baje los tirantes del vestido y me dediqué a chuparle las sabrosas chichitas mordisqueando sus pezones mientras una de mis manos en su vulva ya estaba empapada de los fluidos vaginales que le brotaban de su magnifico sexo, ella no pudo resistir el deseo e inclinándose en mi regazo se dedicó a besuquear y mamarme ...