LIDA.- Capítulo 1º
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Erotismo y amor
Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos
... atrás: La guerra y su paso por la Compañía Baida; ese rostro tan querido que nunca olvidaría, el de su amado Helge Ursbach, el médico militar alemán que la cautivara aquella noche del verano de 1943, cuando le conoció en una destruida granja a orillas del Donetz. Le recordaba con su pelo rubio, casi tan dorado como el trigo en sazón, su alegre sonrisa... ¡Donde estarás ahora, Helge querido! ¡Muerto o, en el mejor caso, prisionero! Que escaparas y estés en Alemania es muy difícil, pocos de los tuyos lo consiguieron.
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La fusilera de la compañía“Baida” de francotiradores femeninos (1) del Ejército Rojo, Lida Ilianovna Selenkaia, conoció al teniente médico alemán Helge Ursbach la noche que rescataron a Schanna Ivanovna Babaieva, que desapareció seis días antes pero que la noche anterior comprobaron que estaba viva y en una granja asolada del lado alemán del Donetz.
La capitán Soia Alexandrovna Baida, jefe de la unidad, dispuso que el rescate lo realizara un comando de tres efectivos: Lida Ilianovna que estaría al mando,
Marianka Stepanovna Dudovskaia y Vanda Alexandrovna Miranskaia.
El comando cruzó el río con el agua por la cintura y apoyado en una balsa que portaba los fusiles de precisión Moisin-Nagant 1891/30, las botas y pantalones
de campaña más los gruesos calcetines de lana. Al llegar a la orilla enemiga las chicas se calzaron los calcetines pero no los pantalones, para gozar de más agilidad, con lo que sólo les quedaban ...
... gorros y camisas militares para cubrir sus jóvenes y hermosos cuerpos.
El comando cubrió la aproximación al objetivo pegado al suelo, reptando silenciosamentesobre el terreno hasta alcanzar la entrada de la granja. El interior estaba iluminado y se escuchaba una voz de hombre que cantaba y el rasgueo de uninstrumento de cuerda. Asomándose con sumo cuidado por una ventana, Lida observó que dentro de la granja sólo parecía haber dos soldados alemanes y Schanna Ivanovna; de los dos alemanes uno, sentado en el suelo de espaldas a la puerta, cantaba y tocaba una mandolina y el otro inclinado ante Schana, con una jeringuilla en la mano e instrumental quirúrgico entre él y la prisionera, lo que indicó a Lida que era médico y se disponía a atender a la prisionera.
Tras recibir el comando toda esta información, con vistas al inminente asalto, las tres chicas se agolparon frente a la puerta listas a darle un empellón y
lanzarse al interior, con todos los músculos en tensión hasta incluso dolerles, aunque ahora ellas no sintieran el dolor ni el cansancio que la tensión les
provocaba, excitadas por la inminencia del combate. Luego, a una señal de Lida, las tres fusileras dieron el violento empujón y entraron disparando a
discreción.
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Schanna Ivanovna había estado muy nerviosa desde que empezó a anochecer, esperando lo que sabía iba a suceder tan pronto se hiciera noche cerrada; pero cuando las fusileras irrumpieron disparando tuvo una ...