LIDA.- Capítulo 1º
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Erotismo y amor
Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos
... Hursbach, arrodillado de nuevo junto al cabo muerto. Le miró un instante y lentamente volvió junto a él. Al llegar a su lado,
encañonándole, le obligó a levantarse. Entonces, mientras una mano le encañonaba la otra pasó tras la nuca, atrayendo hacia sí la cara del hombre y le besó en la boca con inaudita pasión. Con la lengua abrió los labios del alemán, introduciéndosela, mezclando ambas salivas, buscando la lengua de Ursbach para enlazarla en sublime caricia. Este beso fue muy largo, colaborando hombre y mujer, entregados uno al otro por un momento.
Al fin ella se apartó, empujándolo violentamente, casi derribándole al suelo. Y con ojos llameantes le espetó.
Seguidamente, con paso rápido, pisando fuerte y con la cabeza muy alta se dirigió a la puerta y salió al exterior. Entonces divisó a sus compañeras, con Schanna, junto al río, tumbadas en la mullida superficie de hierba que alfombraba ambas riberas. Y fue a reunirse con ellas.
Desde que Lida volviera la espalda a Helge Ursbach puso toda su voluntad en no volver la vista atrás, aunque intuía que los ojos del alemán la seguían desde que se apartara de él. Y en un momento, sin poderse contener, giró la mirada hacia la granja. La noche era obscura merced a la Luna Nueva y la luz que iluminaba el interior del edificio no alcanzaba a clarear suficientemente los contornos pero reconoció la masculina figura del hueco de la puerta, figura que ya jamás Lida olvidaría.
Sí, era la silueta de Helge Ursbach que agitaba ...
... el brazo despidiéndola. A sus oídos llegaban, atenuadas por los ruidos nocturnos, sus palabras.
Lida Ilianovna le miró y sus labios se abrieron en una sonrisa que daba a su rostro una peculiar expresión, mezcla de tristeza y ternura. Musitando quedamente, como si se hablara a sí misma, decía.
Y alzó un brazo despidiéndose de quien, sin duda, no volvería a ver.
En la siguiente noche, ya en campo soviético, Lida Ilianovna y su amiga Stella Antonovna Korolénskaia coincidieron en el mismo puesto avanzado de escuchas. En un momento de confidencialidad Lida dijo a su amiga lo sucedido el día anterior en la granja del Donetz.
Stella Antonovna permaneció callada y muy seria mientras contemplaba atentamente a su amiga, hasta que sacudiendo su dorada melena le dijo.
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El 4 de Julio de 1943 los alemanes lanzaron su última gran ofensiva en el Frente Ruso, la Ofensiva Ciudadela que en sus primeros embates alcanzó de lleno a la Compañía Baida, desplegada en primera línea, arrollándola en poco tiempo causándole fuertes bajas.
Y al atardecer del 7 de Julio de 1943 la compañía estaba desangrada por completo tras sostener el encarnizado combate de la Cabeza de Puente de Melechovo, junto al río Rosumnaia. De los 238 efectivos que tenía el 4 de Julio sólo quedaban 87 cuando pudo retirarse tras lograr detener el avance alemán hasta que varias unidades del sector, muy castigadas, se reorganizaran y pudieran volver al combate.
Al retirarse la Compañía fue ...