Como se sentiría estar con él, mis inquietudes en el sexo
Fecha: 19/10/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Caro Moreno, Fuente: CuentoRelatos
... una dulce y delicada entrega terminó siendo la cogida más rica, placentera y salvaje de mi vida.
Comencé a arañarle su espalda de tanto placer y él a penetrarme cada vez más duro, su mirada y su cara de satisfacción al escucharme gemir con tantas ganas era inexplicable. Me tomo por la cadera, me dio la vuelta, me puso en cuatro, enrolló mi pelo en su mano y comenzó a penetrarme poco a poco y aumentando la intensidad mientras me nalgueaba una y otra vez y tiraba de mi pelo.
Pausamos un momento pues ahora era mi turno de saborearlo a él, bajé mi lengua poco a poco por su pecho, hasta llegar a su cadera, me arrodillé, mis senos rozaban su pene caliente y lleno de mí, pasé mi lengua por su glande y sí, indudablemente sabia a mí, poco a poco lo introduje en mi boca saboreándolo y jugando con mi lengua, el placer cada vez era más y seguía queriendo más, lo quería todo para mí, entraba y salía de mi boca, mi lengua recorría todo su tallo mientras miraba su cara de placer y escuchaba su acelerada respiración.
Un poco desesperado me tomo de la mano y me llevo al comedor, yo me senté en una de las altas sillas del kitchenette, él se quedó parado frente a mí, me tomo por las piernas, las levanto y las abrió... comenzó a penetrarme nuevamente pero esta vez lo hacía con más fuerza, y cada vez más rápido, lo sentía todito dentro de mí, su mirada intensa no se apartaba de mi ser y eso me excitaba demasiado, solo se escuchaba el golpeteo de nuestros cuerpos y yo suplicándole ¡no ...
... pares, dame más duro! el obedecía y cada vez me clavaba con más fuerza, mas y más duro.. solo se escuchaban nuestros gemidos, mi aaaagh sii, siguee, aaagh, aaghh... era tanto placer que no pude controlarme más y acabe, estaba toda mojada...
Él a punto de acabar saco su pene y regó su semen en todo mi cuerpo, volvió a penetrarme para terminal lo que quedaba dentro de mí. De vuelta al sofá nos recostamos a descansar un rato, sudábamos en cantidad, jadeamos y temblábamos de placer. Nunca pensé que ese hombre tan bello me fuese a coger como toda una bestia, para mi asombro el seguía duro como un roble, su pene es todo un ejemplar, venoso, grande, muy apetecible, se me hizo agua la boca y necesitaba ver que más podía aguantar, me quede viendo a sus ojos y sin dejar de verlo me arrodille frente a él.
Tomé con mis dos manos su largo tallo, lo masturbé de arriba a abajo torciendo mis muñecas y succioné su glande muy suave, él se retorcía de placer, lo estaba disfrutando tanto como yo, quería mostrarle que no solo era una niña linda y santa, quería enseñarle lo zorra que podía ser con el pene indicado, y vaya que el suyo lo era, ¡oooh sí! Comencé a atragantarme con aquella tranca, hacia lo imposible por introducirlo todo, mi mandíbula se adormecía, mis ojos lloraban, mi garganta babeaba hasta sus cojones, wow que excitante era sentirme como esas mujeres en las porno, eso como que lo volvió como loco, me tomo por el cuello con una mano, ahorcándome y me alzo hacia él, sus ojos ...