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Descubriendo el sexo juntos 2
Fecha: 24/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... acariciar su clitoris bruscamente ocasionaba el efecto contrario al deseado. Mi técnica había mejorado bastante y se basaba en comenzar con suaves besos y caricias entre sus muslos acercándome lentamente a sus labios vaginales. La punta de mi lengua empezaba a descender entre los labios externos por la derecha de su clitoris para rodearlo por la izquierda y cerrar así un círculo casi perfecto. Esto lubrica bastante el sexo femenino y permite alcanzar finalmente el clitoris produciendo, ahora si, una excitacion que combinada lleva directamente al órgasmo en la mujer. Durante todo este tiempo mis manos habían estado acariciando sus pechos, vientre, nalgas y muslos de forma aleatoria. Podía notar su ano lubricandose con el flujo procedente de su sexo. Normalmente habríamos continuado con una felacion por su parte alternado besos y caricias mutuamente. Pero aquella noche teníamos otra misión. Descansando sobre sus piernas dobladas , de espaldas a mi y con su cuerpo flexionado hacia delante había sido la postura que habíamos decidido utilizar para llevar a cabo la ...
... penetracion. Empecé a besar su cuello y su nuca mientras mis manos subían por su cintura hasta sus pechos. Nuestros cuerpos se rozaban mutuamente en varios puntos al mismo tiempo. Flexionado su cintura hacia delante, conseguimos alinear sus nalgas con mi pene. Mis dedos encontraron el camino hacia la masturbación de los puntos más sensibles de su sexo mientras la punta de mi pene acariciaba el ano de mi hermana. Sentía que mi sexo estaba llegando al punto en que no podría contener mi órgasmo. Lentamente mi pene se fue abriendo paso dentro del ano de mi hermana. Nos habíamos regalado toda la noche de tiempo y esa precaución resultó provechosa. La penetracion se completo al mismo tiempo que las caricias de mis dedos en el sexo de mi hermana la llevaron al climax. Mi pene entro y salió repetidamente de su ano prolongando su éxtasis hasta alcanzar el mio propio. Nuestros cuerpos entrelazados permanecieron en esa posición por un tiempo indeterminado. Esa fue nuestra iniciación en el sexo anal. un camino que nos llevaría muy lejos. Pero eso es tema para otro relato.