1. El enorme secreto de mi hijo


    Fecha: 27/10/2020, Categorías: Incesto Autor: DraJulia, Fuente: SexoSinTabues

    Mi historia empieza con mi hijo José. Él es un chico muy apuesto, es universitario y juega futbol americano en su facultad. Siempre ha tenido muy buenas notas y es muy cariñoso y atento conmigo. Siempre está buscando la manera de ayudarme y hacerme sentir bien. En ocasiones me hace cumplidos acerca de mi aspecto físico como: "ese escote te luce genial" o "esos jeans te lucen muy bien". Yo siempre premio cada uno de sus cumplidos con un besito en la boca. Para muchos es algo raro ver a una madre besar en la boca a su hijo pero, para mí siempre ha sido algo muy natural. Un día estando en el trabajo recibí una llamada de la universidad de mi hijo. -¿Hablo con la señora Julia? -Soy yo ¿que se le ofrece? -Hablamos de parte de su hijo José. -¿Le paso algo a mi hijo? -Tuvo una caída muy fuerte y se fracturó ambos brazos, ahora está en el hospital San Marcos. -Muchas gracias, enseguida voy para el hospital. Conduje lo más rápido que pude y mi corazón se quería salir de mi pecho. Llegué al hospital y me dijeron que su padre ya había llegado y que el mismo había firmado los papeles para la cirugía. Al parecer uno de sus brazos se fracturo en varias partes e iba a necesitar algunos tornillos. La cirugía demoró un par de horas y pronto lo pasaron a cuarto. Yo estuve con él hasta que despertó. Tomaba su mano y lo besaba por toda su carita. Qué bueno que ya estas despierto mi bebé -dije-. No te preocupes tu mamita te va a cuidar muy bien, voy a hacer que no te falte nada -dije-. Estoy ...
    ... bien ma, solo fue una tonta caída no es nada. ¿Cómo que nada? te rompiste ambos brazos José -dije con preocupación-. Está bien voy a tratar de no esforzarme mucho y que me consientas entonces, pero ya no te preocupes más por favor -dijo-. Bueno, cuando te den de alta te llevaré a casa donde podre cuidarte mejor -dije. Cuando llegó a casa estaba muy cansado. Las píldoras para el dolor lo tenían algo mareado y las enfermeras le daban solo baños de esponja lo que lo tenía con un olor algo peculiar. Lo primero que le dije fue -hay que darte un baño-. Entramos a la casa y yo cambié mi ropa del trabajo por algo más cómodo. Me puse una blusa de tirantes y unos shorts algo pequeño para andar en la casa ya que en la zona norte de México siempre hace mucho calor. Mi hijo se mostraba renuente a querer desnudarse ante su madre pero pues al final no le quedó más remedio que hacerlo. -Muy bien mi amor déjame ponerte estas bolsas especiales en tus brazos para que no te entre agua. -Oye ma, podrías cerrar los ojos mientras me bañas no quiero que me veas así desnudo. -No seas tontito no puedo bañarte bien si tengo los ojos cerrados. -Pero es que me da vergüenza ma. -Te vi miles de veces cuando estaban chico, ¿qué tanto pudiste haber cambiado? déjame bajarte esto para que puedas meterte a bañar. Me puse de rodillas y desabroche su cinturón. Desabroché el botón de sus jeans y bajé el zipper de su pantalón. Lo tome de la cintura y lo bajé hasta el piso. El quedo solamente en unos boxers que le ...
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