Una segunda vuelta con Miriam - Relatos Eróticos

Una segunda vuelta con Miriam

... gesto que terminó de endurecer mi verga. Enseguida me impulsé hacia adelante y penetré esa concha caliente en una sola embestida, llegando hasta el fondo de su vientre. Caí con todo el peso de mi cuerpo sobre ella, soltando sus tobillos. Pude sentir mi verga entrando todavía un poco más en su hermosa y cálida vagina.Ella abrazó mi cintura con sus largas piernas y nos quedamos unos instantes así quietos, sintiendo cómo su vagina se adaptaba al grueso de mi pija.Miriam volvió a besarme profundamente, haciéndome sentir que mi verga se ponía dura como una roca.Comencé a bombearla muy despacio, disfrutando sus gemidos de placer, que se mezclaban con suspiros y jadeos. Me susurró al oído que la cogiera con más ganas; que no le tuviera compasión; quería sentirse usada y bien empalada a fondo por mi verga.Aumenté el ritmo de mis bombeadas. Pronto Miriam comenzó a retorcerse bajo mi cuerpo. Parecía una serpiente; sus movimientos me provocaban una dureza inusitada en mi verga. Ni siquiera mi dulce Ana, con toda su experiencia sexual, lograba ponerme de esa manera.Finalmente Miriam se tensó, arqueando su espalda; abrió sus ojos negros y también su boca. Pensé que iba a gritar su orgasmo con toda la furia, pero no emitió ningún sonido. Simplemente tembló entre mis brazos mientras me miraba fijamente a los ojos y, al sentir un calor diferente en sus entrañas, supe que esa mujer increíble había acabado sobre mi verga.Se quedó abrazada a mi cuerpo y me susurró que ella me iba a hacer ...

... acabar a mí con su boca. Me retiré muy despacio de su concha y entonces Miriam de un salto se puso a cuatro patas sobre la cama. Me acerqué a ella, que abrió su hermosa boca y tomó mi verga entre sus labios. Me dio una mamada tremenda y en menos de cinco minutos llené su garganta con mi semen urgente.Caí de espaldas boca arriba y Miriam se levantó para ir al baño. Regresó completamente desnuda, solamente vestida con sus tacos altos.Se acostó a mi lado y dijo que sentía su cola sedienta de pija. Al escucharla, mi verga comenzó a despertarse otra vez y Miriam sonrió, tomándola entre sus dedos y metiéndola en su boca. Me dio otra mamada infernal, que me hizo delirar de placer. Cuando mi pija estuvo otra vez bien endurecida, Miriam volvió a tomar la posición sobre sus codos y rodillas.Me dijo que en el baño se había lubricado la entrada anal y que no tuviera piedad con su culo; quería sentirme a fondo como me había sentido en su concha. Me ubiqué entre sus muslos abiertos y acerqué mi verga a su culo.La penetré despacio, sintiendo que ella se había dilatado y lubricado bastante. Cuando llegué al fondo de su ano comencé a bombear despacio; pero luego fui acrecentando mi potencia, mientras Miriam aullaba de placer y me pedía más y más.Acabé en su culo en menos de diez minutos; esa hembra me había excitado tanto, que no pude durar mucho más. Miriam gimió al sentir mi semen hirviendo que la invadía a fondo…Estuvimos alternando durante horas entre sus labios, su concha y su culo.Miriam me ...