Mi primera mamada dormido
Fecha: 28/10/2020,
Categorías:
Gays
Autor: Issaacc, Fuente: SexoSinTabues
... minutos después, Poncho abajó la mano unos centímetros, y mi virgen pene se puso más duro que nunca. Minutos después, Poncho bajó la mano unos centímetros más. Tal vez eran segundos, pero a mí me parecían minutos porque era mucho tiempo entre cada movimiento, parece que realmente no quería despertarme. En el siguiente movimiento sentí cómo dos de sus dedos llegaron al elástico del bóxer y se escabulleron por debajo, llegando al terreno de mi vello púbico. Yo estaba extremadamente excitado, pues venía algo nuevo para mí y la mezcla de nervios, culpa y líbido me estaban matando. Poncho bajó más la mano y ya tenía varios dedos sobre mi vello púbico. Más espera. Nuevamente bajó y uno de sus dedos por fin tocó mi pene, y fue ahí donde ya no pudo más y sin ningún cuidado metió toda la mano hasta haber rodeado con sus dedos mi pene por completo. En ese momento perdí mi inocencia. Había sido tocado por alguien más y estaba a punto de estallar de placer, pensé que no podía sentir más excitación, y estaba equivocado. Poncho bajó todo mi prepucio y luego lo subió lentamente, quedando el círculo de su pulgar y su índice rodeando la cabeza de mi pene que ya estaba mojada con líquido pre seminal. Con sus otros dedos bajó mi prepucio y se quedó en la cabeza, esparciendo el líquido desde la punta suavemente. Yo quería morirme de placer y pensé que iba a explotar, pero de pronto Poncho comenzó a masturbarme lentamente. Sus movimientos eran suaves, lentos, cuidadosos, delicados. Su mano ...
... rendía honor a mi pene, lo recorría como su de fuera su complemento, su razón. Así siguió unos momentos más en los que me yo agonizaba de placer, hasta que de pronto hizo un movimiento que me pareció muy experto: Con su mano hizo que mi pene tocara mi abdomen, quedando una parte fuera del bóxer. Ya en esa posición, con la misma mano tomó el elástico del bóxer y del short y con un movimiento los llevó hasta debajo de mis testículos, de tal manera que mi pene erecto y mis testículos quedaron al aire libre a su total disposición. Era la primera vez que mis “partes” estaban a aire libre con alguien más al lado mío, fue otra pérdida de inocencia. Ya con más confianza, comenzó a masturbarme de la misma manera, y de vez en cuando acariciaba mis testículos delicadamente. Yo pensé que no iba a aguantar mucho, y me dio miedo pensar en eyacular, pues él sabría que estaba despierto, pero de pronto se detuvo, alejó su mano, se movió mucho y de pronto ya estaba sobre mí (se sostenía con sus brazos para no dejar caer su peso sobre mí). Sentí cómo acercó sus labios a los míos y me besó (aunque yo correspondí porque “estaba dormido”), luego bajó un poco y besó mi cuello, bajó más y lamió mis pezones, bajó más y besó mi ombligo (el solo pensar en lo que venía me hizo temblar y mi respiración era imposible de disimular), y por fin llegó a mi pene, lo timó con una mano y de pronto sentí por primera vez en mi vida cómo mi pene era envuelto en calor y humedad, fue un momento único. Su boca cubrió la ...