Pacto de silencio
Fecha: 16/10/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Guocher, Fuente: SexoSinTabues
... cremallera, metí la mano y saqué mi flamante polla toda tiesa por encima del calzoncillo. Todo esto con ella hablando, yo callado mirándola a los ojos con la polla a la vista, estaba alucinando, la tía seguía hablando como si no pasara nada raro. Insisto en que ella en la posición que se encontraba me veía perfectamente sin hacer ningún esfuerzo, mientras hablaba me miraba a la cara pero de vez en cuando notaba que concentraba su mirada varios segundos en mi polla ahí expuesta. Pasaron unos minutos en los que simplemente hacía como que la escuchaba manteniendo mi pene a la vista sin tocarlo, ella seguía igual sin reaccionar de alguna manera, ni positiva ni negativa, a lo que estaba viendo. He de decir que yo estaba flipando y disfrutando como un enano, no lo podía creer, ¡qué situación más excitante!. La ausencia de una reacción negativa por parte de Pilar ante el espectáculo que le estaba dando me dio confianza para pasar a tocármela suavemente con dos dedos subiendo y bajando el prepucio cubriendo y descubriendo alternativamente el glande . Ella continuaba impasible hablando como un loro, otra vez anécdotas tontas y creo yo que disfrutando también del momento. Su actitud colaboradora me daba confianza pero sé por experiencia que las mujeres son imprevisibles con estas cosas del sexo y no las tenía todas conmigo. Su marido estaba a unos pocos metros, estaba ajeno a lo que estábamos haciendo su mujer y yo, concentrado en sus juegos del móvil, estaba tan borracho como ...
... nosotros y no me preocupaba, sí me preocupaba que Pilar se cansara, mosqueara o avergonzara, en uno de esos arrebatos femeninos que suelen tener muchas mujeres. Temía que el bonito juego de exhibicionismo que estaba viviendo se fuera al garete. Una vez más me armé de valor, decidí tirarme al charco asumiendo todos los riesgos y tiré adelante. Me acomodé en mi asiento de manera que pudiera meter bien la mano para tocarme los huevos y sacarlos fuera de los calzoncillos, ademas en ésta postura Pilar no podía dejar de verme. Hasta ese momento, mientras me tocaba y mostraba la polla, siempre mantuve mi mirada hacia Pilar jugando como si no estuviera ocurriendo nada, ella hacía lo mismo y no paraba de hablar. Entonces dejé de mirar hacia ella y desvié mi vista hacia mis partes, bajé el calzoncillo hasta sacar bien afuera los huevos, con la polla bien dura a punto de estallar retiré hacia atrás el prepucio con mis dos dedos quedando el capullo al aire en todo su esplendor, unas gotas de líquido preseminal habían brotado de la ranura y con los dedos lo extendí por todo el glande que adquirió un hermoso brillo. Estuve como un par de minutos jugando con mi pene sin mirar a Pilar que seguía contando sus cosas tranquilamente, supongo que mientras me miraba, pues yo no quería ver lo que hacía y solo miraba y manipulaba mi polla sabiendo que ella lo estaba contemplando todo. De pronto Pilar dejó de hablar, yo levanté la mirada y la vi ahí callada mirando mi polla. En silencio los dos. Empecé a ...