1. Pacto de silencio


    Fecha: 16/10/2017, Categorías: Voyerismo Autor: Guocher, Fuente: SexoSinTabues

    ... masturbarme lentamente, cambiando de ritmo, a veces paraba y me estiraba la piel hasta abajo mostrando todo el pene en tensión a mi amiga. Ella, callada con los ojos muy abiertos y una sonrisa pícara parecía disfrutar con el espectáculo y yo ya no podía aguantar más. Estaba a punto de correrme cuando noté que el marido había apagado el equipo de música y se disponía a recoger un poco las cosas para cerrar el bar por esa noche. Antes de que me pillara ahí masturbándome ante su mujer opté por cortar rápidamente, me guardé mis cosas, abroché mi pantalón y nos dispusimos a tomar nuestras copas como si nada hubiera ocurrido. Ninguno de los dos hicimos ningún comentario sobre lo que habíamos vivido. Cuando acabé mi copa me marché a casa a dormir muy contento con la bonita experiencia que acababa de disfrutar aunque no pude llegar a correrme. Los días siguientes transcurrieron normalmente como si nada hubiera ocurrido. Se había producido una especie de pacto de silencio entre nosotros. Un domingo al medio día salí a dar un paseo por el barrio y tomar un vermut en una de mis tabernas favoritas cuando me encontré con Pilar y su marido que habían salido a lo mismo. Mientras tomábamos unas cervezas y unos aperitivos les comenté que quería ir a algún bar en el que pusieran la carrera de fórmula 1 pues en España solo las ponen en la televisión de pago. Rápidamente Pilar me ofreció ir a su bar donde podría ver la carrera mientras ella limpiaba el local. Al acabar el aperitivo, antes de la ...
    ... hora en que empezaba la carrera, el marido de Pilar se despidió y se fue a su casa, ella y yo fuimos a su bar. La situación se ponía muy interesante, ahí estábamos Pilar y yo completamente a solas. Me senté en un taburete junto a la barra, ella encendió la tele, puso la carrera en la tele, me sirvió una cerveza, otra para ella y se sentó a mi lado. Mientras veíamos la tele y bebíamos las cervezas en un ambiente muy oscuro, con la única luz del televisor, ella parecía insinuarse y trataba de entablar una conversación un poco subida de tono. Me parecieron suficientes señales como para aventurarme a hacerle algunas caricias y pequeños rozamientos pero cuando me atreví a poner mi mano suavemente sobre una de sus enormes tetas me rechazó y con gesto despectivo me hizo entender que no quería que la tocara. Yo siento un gran respeto por las mujeres por lo que jamás hago nada que las pueda molestar y menos tocarlas sin su consentimiento. Me concentré en la carrera de fórmula 1 en la televisión mientras no se me iba de la cabeza la idea de provocar una escena de exhibicionismo como la que habíamos tenido unos días antes. Empecé a sobarme el paquete por encima del pantalón, a veces me metía mano para tocarme mejor y se me fuera empalmando. Ella, igual que aquella noche, veía perfectamente mis movimientos y no dijo nada ni hizo un mal gesto por lo que comprendí que sí le gustaba mirarme. Transcurrieron un par de horas mientras mirábamos la tele en lo que yo me daba unos sobes sobre el ...
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