1. La joven alumna que me entregó su cuerpo


    Fecha: 07/11/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Como dije me llamo Ernesto, ahora con 39 años, pero lo que relataré comenzó cuando recién había cumplido los 30. En ese momento yo tenía casi un año de haberme separado de mi primera esposa, yo estaba abatido, pues no podía ver a mi hijo de tres años, las veces que yo quisiera. En esos casi doce meses apenas había tenido sexo, por la depresión. Y el motivo de la separación fue la parte económica, pero eso ya es otro tema. Yo alquilaba un apartamento y mi profesión siempre fue profesor de preparatoria. En uno de los colegios que yo daba docencia, era un colegio de señoritas. Ya he estado acostumbrado de estar con chicas adolescentes, pero esta vez fue especial, además yo he sido muy caliente y morboso, pero nunca acosé a ninguna, fui siempre correcto hasta esa vez. En el colegio de ese año, había una chiquilla de recién cumplidos quince años, era Ivettía (Ivette), asi la llamaba yo. Yo notaba que ella se ponía nerviosa cuando me hablaba, sus ojos le brillaban cuando se dirigía a mi y en ocasiones me llevaba galletas hechas por ella, según me decía. La pequeña Ivettía era delgadita, por allí del 1. 55 mt, todo su cuerpo era pequeñito, piernas delgadas, y un traserito aún diminuto y en vías de desarrollo, lo que si llamaba la atención era que tenía dos pechitos (senos) grandecitos para su edad y uno de los más desarrollados de su salón de clase, sus ojos eran hermosos con pestañas largas. Yo ya había tenido varias alumnas como ella, en el sentido de que yo les atraía, pero ...
    ... con el tiempo se había extinguido esa emoción, asi que no me preocupé por eso. Yo era atento con ella y la veía hasta transpirar cuando yo le hablaba en clase o fuera de clase. Ella era una de las mejores alumnas de ese año. En un receso, la vi acercarse a mi y me dijo quería hablarme, me dijo que pronto vendrían las competencias regionales de excelencia académica y que había platicado con sus padres, para que yo la preparara, fuera del horario de clases y que me pagarían bien por eso. Le dije que estaba bien y ella me dijo que su mamá quería hablar conmigo de eso y que ella le daría la razón y luego me avisaría. Pasaron unas dos semanas de esa charla. Fue hasta un día que ella volvió a llegar y me dijo que su mamá quería hablar conmigo de las clases extra, y que me esperaba en su casa el próximo sábado, me dijo que a eso de las seis de la tarde. Noté que ella me bajaba la mirada cuando me lo dijo, parecía con miedo, no le puse importancia a eso, al final le dije que iría ese día y a esa hora. Llegó el día, me di un baño y me puse ropa casual, la verdad es que un dinero extra me caería bien para mi presupuesto y pensaba que podrían ser más las alumnas interesadas. Llegué a la casa unos diez minutos antes de la hora fijada. Vi bastante silencio en la casa, pero no le presté atención, en eso Ivettía abrió la puerta, la pequeña estaba lindísima, con un peinado más moderno (ella tenía el cabello largo y rizado), tenía puesta una falda arriba de las rodillas y un top que apenas le ...
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