Alicia 08/25
Fecha: 08/11/2020,
Categorías:
Intercambios
Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues
Aquella noche fui a dormir temprano, estaba bastante cansado luego de las batallas físicas y mentales. A las pocas horas se desató una fuerte tormenta y los relámpagos dibujaban siluetas en la cortina de la ventana. Al ratito se oyen unos pasitos descalzos que se aproximaban, mi pequeña Alicia no podía dormir con el atemorizante tronar y venía en su blusita de dormir, digo blusa por que no llegaba a ser un camisolín, era algo corto para su edad y delataba una partecita blanca que asomaba al caminar. Casi al unísono levantamos el cobertor para que se nos una, podría haber elegido el lado de la madre pero se acomodó en el centro, centro que no era muy amplio y hacía nuestras pieles tocarse. Con mucho cariño se abrazó a su progenitora apretando la colita hacia atrás, como buscando algún contacto que la tranquilice. No podía moverme mucho pero la abracé dejando la mano sobre la madre, era una posición muy normal para una familia unida. Lógicamente el sentir esa carnecita pegada a mi humanidad hacía que su tamaño aumentase, pero tenía miedo de que mi mujer pase una mano por allí percibiendo actitudes poco decentes. Así que me quedé extremadamente quieto haciéndome el dormido, tan haciéndome que realmente lo estaba, recién me desperté al levantarse mi mujer para salir al trabajo. Nuevamente descubrí que un gigante estaba casi empotrado en la colita de mi nena que seguía plácidamente dormidita, no tenía otra alternativa que girarme panza abajo y seguir haciendo que roncaba. Un ...
... suave beso de despedida en la cabeza me indicó que llegaba su hora de partir, no podía demostrar conciencia y solamente emití un quejido. Apenas la puerta hizo el característico "clak" sentí una piernita que subía a la mía, casi me abrazaba con esas extremidades, su mano reptaba suavemente por mi espalda y friccionaba su vulvita contra mi peluda pierna. No quería despertarme aún, me sabía en la cama matrimonial solitos con mi angelito, y deseaba presenciar su actitud ante un hombre dormido. Parecía que estaba gozando al friccionar su partecita arriba y bajo, modificando la velocidad y la presión, como buscando las formas que le indujesen mayor placer. Me sentía en la gloria por estar siendo usado de aquel modo, podía excitar a una mujercita sin siquiera moverme. Paseaba su mano lentamente, aveces bajaba un poco sobre mi trasero y apretaba aquello, parecía que también le atraían esas zonas. Mi descomunal erección estaba aplastada sobre la cama, temía que un poquito asomase por debajo y se diera cuenta del engaño, por lo que fui "despertando" lentamente y mirando alrededor. Enseguida me dijo que estábamos solos y que no podía aguantarse viéndome allí tendido, yo quería gritarle que era igualito a lo que me pasaba con ella, pero me limité a una sonrisa y caímos en un abrazo voluptuoso. Mientras nos besábamos nuestras piernas tenían su danza particular, tenían vida aparte igual que nuestras manos que se abalanzaban a recorrer el cuerpo del otro. Esto habrá durado un minuto o una ...