Mi prima Ana
Fecha: 08/11/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Angel Perverso, Fuente: CuentoRelatos
Mi prima Ana…por Ángel Perverso
El día se prometía algo aburrido, típico día del típico encuentro familiar, donde se junta toda la familia, viendo gente que no recuerdas o que hacía años que no veías. Personalmente, esas situaciones me agobian bastante, estar sentado, rodeado de tíos, tías, abuelos, primos, primas, novios y novias de primos o primas… En fin, lo típico. Afortunadamente, de entre toda esta cantidad de gente, estaba también mi prima Ana, que tiene mi misma edad (23 años), y desde luego con la que más confianza tengo, pese a no ser prima de sangre directamente. Hemos crecido juntos y la verdad es que siempre hemos tenido muy buena relación, contándonos nuestras confidencias, problemas, preocupaciones o anécdotas… En resumen, que es muy buena chica, y quizás a la única que tenía verdaderas ganas de ver ese día
Como esperaba, el día era aburrido, y como no era el único que tenía esa sensación, uno de mis primos, Miguel, propuso echar un partidillo de fútbol sala en un campo que hay cerca de mi casa, y allí que nos fuimos todos los primos y Ana, que siempre ha sido muy futbolera. Eso fue poco después de comer, y estábamos a principios de septiembre, por lo que aún hacía algo de calor. Yo jugaba de portero, era donde menos se notaba mi falta de calidad futbolística, pero sin embargo Ana tenía clase, y jugaba de delantera en el otro equipo. Era buena y de hecho si hubiésemos tenido que nombrar mejor jugador del partido, hubiese salido ella ganando con toda ...
... probabilidad. Me marcó algunos goles, pero siempre recordaré uno de ellos. En un momento dado, Ana salió corriendo hacia mi, llevando la pelota en sus pies, cuando de repente, Gonzalo, uno de mis primos, le agarro de la camiseta de tirantes que llevaba, dejando al descubierto un pecho. Me quedé atontado mirándolo, hecho que ella aprovechó para batirme sin ningún tipo de problema.
Cuando por fin nos cansamos, volvimos a mi casa, donde nos habíamos reunido toda la familia, y ahí la gente empezó a despedirse, salvo la familia de Ana, que se quedaron un rato más. Como la cosa iba para largo y yo estaba sudado de pies a cabeza, decidí darme una ducha, sin poder quitarme de la cabeza la imagen del pecho de Ana. Pensé que el agua fresquita me serviría para olvidarme un poco del tema, así que sin pensármelo dos veces, fui a mi cuarto.
Entré en mi habitación y abrí el armario para seleccionar ropa limpia que me pondría después, me quité la camiseta, y me dispuse a entrar en el cuarto de baño. Al abrir la puerta, vi algo fuera de lo habitual. Allí estaba Ana, que había tenido la misma idea de la ducha que yo para quitarse el sudor, y me la encontré únicamente vestida con un pequeño tanga de color fucsia claro. Yo sorprendido, me quedé completamente congelado ante tal visión, que me encantaba todo hay que decirlo, pero me dejó de piedra. Nunca había visto desnuda a Ana desde que éramos muy pequeños y sin "deseos adultos", y desde luego, verla allí, en esa situación me resultó muy ...