1. Mi prima Ana


    Fecha: 08/11/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Angel Perverso, Fuente: CuentoRelatos

    ... chocante…y excitante. Ante mi tenía a toda una mujer, con un cuerpo bonito, pechos en su justa medida y por lo que veía reflejado en el espejo, un culito respingón y atractivo. Además, Ana también es guapa, tiene dos grandes ojos marrón oscuro, pelo liso negro y un pequeño lunar junto a la boca que le daba un aire misterioso.
    
    Nos quedamos los dos mirándonos unos pocos minutos sin saber que decir, la situación era incomoda, pero ninguno de los dos hacíamos un amago de echar a correr o de girar la vista. En ese momento, rompiendo ese silencio hipnotizador, Ana preguntó:
    
    "¿Te ha gustado verdad?"
    
    "¿El…el que?"
    
    "No te hagas el tonto-dijo ella riéndose- Me he dado cuenta en el partido que cuando se me ha salido una tetilla, la has mirado…y además ahora estás mirando la misma de antes"
    
    Y era verdad… pudiendo disfrutar de una visión más amplia, yo me había quedado absorto mirando el mismo pecho que había visto antes.
    
    -"¿Te gustaría tocarlo?"- dijo ella mirándome primero a los ojos y después bajando la vista a una erección bastante evidente que se marcaba en mi pantalón
    
    -"¿Cómo?-dije yo sorprendido-"Bueno…si, gustarme me gustaría, pero… ¿estás segura?
    
    Aquella pregunta me descolocó completamente, pero tampoco pude ocultar mi deseo sincero. Como yo no me arrancaba, ella me tomó por la muñeca, e hizo que apoyase su mano en su teta derecha, la que había visto en el campo de fútbol sala. Después, suavemente me tomó la otra mano, y la apoyo en el otro pecho, y ahí ...
    ... estaba yo, acariciando dulcemente los pezones, agarrandole toda la redondez que cabía en mi mano. Estaba ensimismado en ello cuando Ana empezó a tocar mi paquete. Mi miembro estaba muy duro y yo ya no pude aguantar más…y ella al parecer tampoco. Apretamos nuestros cuerpos, sintiendo yo sus curvas junto a mí, y notando como cada vez, mi cosa cada vez más excitada y dura, se apretaba contra la tela de su tanga. Mientras yo comenzaba a devorar sus pezones, cada vez mas endurecidos por la excitación, ella me bajó el pantalón corto que llevaba, dejándolo todo al descubierto, y lo mismo hice yo, poniéndola de espaldas a mi y besando sus nalgas, bajando poco a poco el tanga, dejando a la vista una rajita cubierta de una suave capa de vello como pude comprobar al acariciarlo. Empezamos a besarnos y de repente ella me dijo al oído suavemente.
    
    -"¿Nos duchamos? Al fin y al cabo, veníamos a eso"
    
    Me miró con una mirada y una sonrisa pícara y alargando la mano encendí el agua de la ducha, y cuando la encontramos a una temperatura tibia tirando a fría, entramos, dejando que el agua surcase nuestros cuerpos. Ahora con el frío del agua, curiosamente nuestros cuerpos entraron en más calor, y las caricias eran mucho más directas que unos minutos antes. Ella me la agarró con fuerza, y empezó a masturbarme, mientras yo a ella le hacía lo mismo con una mano, y con la otra acariciaba sus nalgas, mientras nos besábamos debajo del chorro de agua. Agarré la alcachofa de la ducha, y sonriendo, ...