Adriana, una mujer multiorgásmica (II parte)
Fecha: 17/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
Después de 26 años, por fin un hombre encontró en mí, a la mujer sexual. Buscó la oportunidad y el espacio para iniciarme sexualmente, consiguió con sus manos y su boca, llevarme al delirio de un fabuloso orgasmo, como nunca lo había tenido. Supo mantener la calma, al momento de verse atajado en su intento de poseerme, respetando mis temores y tabúes, con la promesa, de que habría otra oportunidad donde yo misma le pediría, tomar mi virginidad.
Como les platique en mi anterior relato, soy una mujer bajita de estatura, sumamente delgada, pequeñas bubíes y muy plana de caderas y nalgas. Aun así, llena de deseos sexuales, “sufro” de una ultra sensibilidad en mis partes íntimas, que provocan que fácilmente logre llegar a uno o varios orgasmos, además estos tienden a ser largos e interminables. Aunque para muchas esto puede parecer la gloria, la verdad es que conlleva una serie de problemas, más de carácter emocional que físicos.
Después de ese primer encuentro con un hombre, disfrutando en mi recamara de un merecido descanso después de tan extenuante experiencia, trataba de poner mis pensamientos en orden, deseaba vehementemente perder mi virginidad, pero jugaba en mi contra, la fuerte y cerrada educación a la que había sido sujeta. Temía que al dejarme llevar por el deseo más que por la cordura, terminara por causarme más daño que placer. Jamás había visto a un hombre desnudo, pero sabía, por lo que había leído, sus proporciones viriles. Es más, había visto y sentido, el ...
... pene oculto de Guillermo, y aunque me inquietaba el pensar en cómo sería esa primera intrusión, debo reconocer que la deseaba ávida y morbosamente.
Después de algunos días, Guillermo me invito a ir un fin de semana a visitar a su hija, faltaba poco para un fin de semana largo y podríamos aprovechar para ir a verla y también para pasar una o dos noches para nosotros. Moría por aceptar, pero había que buscar la excusa perfecta, para salirme de mi casa y del control de mis padres por tres largos días.
La solución, me la dio la misma empresa, al pedirme que fuera a visitar a nuestro mejor proveedor, en un viaje de dos días. Esto abrió la puerta, para que mis padres supieran, que, dentro de mis nuevas actividades, estaría visitar proveedores y que aprovecharía los viajes en los días cercanos a los fines de semana, para viajar y conocer nuevos lugares.
Así que, llegada la fecha, con mi maleta lista para pasar cuatro días fuera de casa, con nueva ropa, especialmente comprada para la ocasión. Guillermo y yo, iniciamos el viaje, apenas saliendo de la oficina.
Nos fuimos directo a casa de su madre y su hija, para llegar poco después de anochecer. La mama de Guillermo, una señora mayor de 60 años y su hija Jazmín, de unos 8 años, nos recibieron con gusto. A mí, me ofrecieron la recamara de la señora para dormir y ella se quedaría con su nieta, mientras Guillermo dormiría en la sala. Después de acomodarnos, pasamos a cenar y después a la sala a platicar, hasta que la niña se ...