Adriana, una mujer multiorgásmica (II parte)
Fecha: 17/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... quedó dormida, por lo que la señora y la niña se fueron a su habitación. Yo espere a Guillermo, solo para despedirme, pero antes de esto, el aprovecho para agradecerme que lo acompañara, con un beso en la boca, y un abrazo ardiente, que provocaron inmediatamente a mi cuerpo, sin esperarlo siquiera, empecé a disfrutar de una humedad y un placer que provocaron algunos gemidos que enardecieron a mi pareja. Afortunadamente la ropa y la cercanía de su madre, evitaron que Guillermo deseara ir a más, soltándome para poder retirarme a mi cuarto.
Mientras me desvestía, podía imaginarme aquella polla que se tallaba entre mis piernas y solo pensarlo humedecía todavía más, mí ya húmeda cuquita. No pude dormir, pensando y deseando que mi amante entrara en la noche, para culminar aquello que había empezado. Por lo que toda la noche la pase completamente húmeda.
Al día siguiente en la mañana, al saludarlo no pude menos que comentarle, que lo había estado esperando toda la noche y que deseaba ardientemente su compañía. Durante el día, él se dedicó por completo a su hija, mientras su madre y yo platicamos sobre mi relación con su hijo y algo sobre la mamá de Jazmín. La señora solamente sonrió, cuando le explique que su hijo y yo solo éramos compañeros de trabajo, hasta llego a sugerirme, que, si así lo deseábamos, Guillermo y yo podíamos compartir la habitación, que por ella no había problema.
Al llegar la noche, aproveche para tomar un baño y lavar las braguitas usadas, ...
... dejándolas tendidas dentro de la regadera. Por lo que me puse una pequeña y sexy tanguita y mi pijama de dormir. Lo que no contaba, es que Guillermo también entro a bañarse al término de la cena. Por lo que estaba segura, se daría cuenta, del tipo de ropa que traía.
Al salir, vestido únicamente con un short y una playera, empezamos a jugar un juego de mesa entre los cuatro, mientras el juego avanzaba, con mucha cautela, Guillermo llevó una de sus manos a mi pierna, iniciando un rico masaje a lo largo de mi muslo, subiendo cada vez más, hasta que logro llegar al punto justo donde ambas piernas se juntan, provocando un pequeño saltito acompañado de un gritito de sorpresa de mi parte. El hecho no pasó desapercibido por su madre, quien en total complicidad con su hijo, le aviso a su nieta, que la hora de acostarse estaba llegando, y que solo habría, algunas jugadas más. Esto lo aprovecho Guillermo, para tomar mi mano y llevarla directamente a su falo, por encima de su ropa. Pero al meter la mano bajo su short, pude advertir, que no llevaba más prenda que el short. No podía dar crédito a lo que estaba pasando, frente a su madre e hija, estábamos tocándonos mutuamente, yo deseaba, que las otras mujeres se retiraran lo más rápido posible, no había miedo de mi parte, más bien había ansia de pasar al siguiente nivel.
Por lo que cuando, su madre e hija, abandonaron la sala y se encerraron en la habitación de Jazmín, sin pensarlo dos veces, aumentamos la pasión de nuestro juego, ahora ...