Hace unos años con mi hermana Ana
Fecha: 12/11/2020,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos
... terribles. Me quitó las botas de fútbol, las medias y las espinilleras e intentó ponerme de pie. A duras penas me sostenía...
-Vamos, quítate la ropa para ducharte, no pretenderás hacerlo vestido...
-¡Joder, Ana! ¡Que no puedo! ¡Me encuentro fatal! -No sé cómo había llegado a ese estado. Muchas veces me había emborrachado, pero nunca hasta ese punto; debía ser que estaba en ayunas y que la sangría con coñac y ginebra era muy fuerte y entraba muy bien. A raíz de la patada me había bebido más de un litro casi de golpe, más lo que llevaba de antes...
Fue ella la que me quitó la camiseta y el pantalón de deporte dejándome desnudo. Naturalmente, ella nunca me había visto así y se quedó un momento recreándose la vista. Al ponerme ella de pie sucedió lo inevitable; mis náuseas fueron en aumento y me tuve que meter en un váter a vomitar. Eché hasta mi primera papilla mientras Ana intentaba mantenerme erguido. ¡Qué espectáculo! Desnudo delante de mi hermana y vomitando mientras ella hacía de buena samaritana, aparte de la vergüenza me sentía profundamente agradecido para con ella.
Me llevó medio a rastras a las cabinas de duchas, me metió en una de ellas y, en cuanto me soltó, caí desmadejado a suelo. Vuelta a levantarme con muchísimo esfuerzo, no me tenía en pie sin ayuda, así que, ni corta ni perezosa, mi hermana abrió el grifo del agua mientras me sujetaba. La ducha cayó sobre los dos, a mí despejándome un poco y a Ana empapándole la ropa. Dio un gritito y ...
... se apartó, dejándome caer otra vez.
-Espera un momento -Me dijo, y empezó a desnudarse mientras yo estaba allí tirado.
-No tengo más ropa y no voy a volver calada a casa. Me puedo coger una pulmonía. -Dejó sus vaqueros, camiseta, jersey y ropa interior, bien extendidos en otro de los bancos del vestuario y se metió conmigo en la ducha ayudándome a levantar otra vez.
Yo tampoco la había visto desnuda en mi vida y me quedé alelado. ¡Qué buena estaba! Esas tetas bien tiesas ganaban mucho al natural y qué culo. Tenía un culo de infarto, tieso, duro, respingón... ¡Y qué decir del coño! Lo tenía depilado por las ingles, dejando el vello justo. ¡Era una maravilla!
A pesar de la borrachera que tenía mi polla reaccionó de inmediato y, sin poderlo evitar, le puse una mano en las tetas. ¡Guau! ¡Qué suavidad!
-¡Oye! ¡No te emociones! ¡Ni se te ocurra ponerme una mano encima, idiota! -Si tenía alguna duda de cómo decirle a Ana que me gustaba quedó disipada al momento. Debí poner una cara de hecho polvo tremenda...
-Venga, no seas tonto y deja que te duche -Dijo, con una voz mucho más cariñosa. Empezó a enjabonarme todo el cuerpo con sus manos ¡Qué gozada! Me frotó el pecho, la espalda, las piernas y, por fin el culo. Luego se dirigió a mi polla y la dio un repaso de órdago, yo creo que se estaba tirando más tiempo con ella de lo necesario.
-¡Vaya empalme tienes! ¿Siempre la tienes así cuando bebes o es porque estoy en pelotas? -Su tono era entre cariñoso y ...