1. Folderty


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... saqué del bañador para que ella la notase aún más.
    
    Le eché la braga del bikini a un lado y le fui a meter la polla, pero ella se separó de golpe y me dijo que no, que estábamos en un sitio que nos podía ver cualquiera.
    
    Yo le dije que me había puesto a cien y que no podía salir del agua, a lo que ella se sonrió y me cogió la polla y empezó a masturbarme. Me puse detrás de ella a un lado y mientras ella me masturbaba yo le tocaba el culo, y luego le empecé a masturbar a ella, mientras le decía que quería follármela de todas las formas posibles.
    
    Pero tuvimos que dejarlo precipitadamente porque vinieron mi suegra y mi mujer, así que mi cuñada salió primer y al rato salí yo. Después volvimos a casa y le dije a mi cuñada que teníamos que acabar lo que habíamos empezado, y ella me dijo que tuviera paciencia, pero los hombres para algunas cosas no tenemos paciencia, así es que me fui a la habitación con la idea de hacerme una paja pensando en mi cuñada, pero cuando llegué a la habitación allí estaba mi mujer cambiándose de ropa y poniéndose el bikini, un bikini que era de su hermana, lo cual ya me acabó de encender del todo, y me lancé sobre ella, que me dijo que me esperase que se quitara el bikini a lo cual yo no le dejé porque aquello me daría más morbo ya que aquel polvo iba dedicado a mi cuñada.
    
    Empezamos a follar con intensidad, y le dije a mi mujer que la quería follar por el culo, pero me dijo que no, que no teníamos tiempo para tanto porque teníamos que ir a ...
    ... comer. Al momento mi cuñada nos llamó por el pasillo para ir a comer, y mi mujer me dijo que le diera caña para que no se dieran cuenta, así que la puse a cuatro patas y la follé con fuerza. Mi mujer soltaba unos gemiditos controlados y vi que por debajo de la puerta había una sombra que se movía, imaginé que era mi cuñada que nos había llamado y se había quedado por allí. Empecé a gemir más alto y hablar más alto controladamente para que mi cuñada nos oyera, poco después descargué toda mi leche en el conejo de mi mujer, y nos fuimos a comer.
    
    Durante unos días mi cuñada y yo vivíamos en un entorno de complicidad y coquetería sin que llegáramos a más, hasta que una tarde me levanté de la siesta y vi que mis suegros y mi mujer se habían ido, entonces subí al terrado y encontré la sorpresa, la obsesión de mis fantasías sexuales estaba allí follando con su marido. Ella estaba sobre él cabalgándolo. Cuando ella me vio me sonrió, y empezó a actuar para mí. Mientras follaba se acariciaba las tetas y se masturbaba, yo medio escondido no paraba de mirar y hacerme una paja, su marido no pudo aguantar aquella cabalgada y se corrió, entonces ella le puso el coño en la boca, y entre la lengua de su cuñado y sus dedos se corrió mirándome fijamente a la cara. Dio un suspiro y le dijo a su marido que iba al lavabo yo me fui rápidamente para abajo y me metí en la casa y ella entró después, se fue directamente a por mí, se puso de rodillas y empezó a chupármela. Yo estaba alucinando pensando ...