1. Con mi tío Cris (1): Navidad


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... naturalidad.
    
    Sé que me trata así porque nunca le he hecho preguntas, nunca le he incomodado, porque ya me he acostumbrado, porque trae chicas a casa y luego me pregunta si me han gustado, cuál me ha parecido mejor, o quien es la más guapa, yo siempre le digo lo mismo, que las mujeres todas son bonitas, pero que a mí no me van y me contesta siempre «no sabes lo que te pierdes». Me río, nos reímos y nos entendemos. Por eso es que le gusta que le acompañe en sus caprichosos viajes, antes se aburría y ahora no. Si quiere ir de putas, yo me quedo en el hotel viendo la televisión. Ni le incomodo ni me incomoda, es mi tío y punto.
    
    Cuando estábamos en el súper comprando, me dirigí a él:
    
    — Tío, qué te parece si compramos…
    
    — Dos cosas, una, ya no me llames tío, ni tío Cristóbal, ¿te parece bien Cris?, y dos, no me preguntes qué comprar, mete al carro lo que te guste o necesites o te haga ilusión.
    
    Entonces compré todo lo necesario para la cena del 24 y para el día de Navidad. Pues había decidido que cocinaba yo, aunque mi tío me había dicho que podríamos irnos por ahí con otros dos amigos suyos. Le dije que invitara a sus amigos que yo iba a preparar la cena del 24 y la comida del 25. Se puso contento e invitó de inmediato por teléfono a sus amigos, aceptaron y me dijo:
    
    — ¿Ves? por estas cosas me alegra que estés conmigo, no te hace ascos cocinar para que yo quede bien delante de mis amigos, sabes querer. Han aceptado para las dos ocasiones. Luego el 25 en la noche ...
    ... cenamos fuera los cuatro y nos vamos de putas.
    
    — Lo siento Cris, yo no voy de putas, ya lo sabes, conoces mis inclinaciones y prefiero no ir de putas con vosotros, me quedo en casa viendo la televisión, además, así ceno de las sobras.
    
    — Como tú quieras, no hay problema, lo que pasa es que te veo con un comportamiento muy macho para ser maricón, la verdad.
    
    — No tiene nada que ver, Cris, pero yo soy feliz con una polla en mi culo, y cada uno somos como somos y no me molesta que te vayas de putas ni que me cuentes luego, como haces a veces, porque me gusta escucharte y que seas feliz.
    
    — Eso es fácil de arreglar, un día que yo no salga y lo necesite, si quieres remedio de una tajada a los dos.
    
    — ¿Te atreverías a follarme?
    
    — Hombre, creo que me costaría, pero si con eso se alegra el culito de mi Yago…
    
    Nos reímos los dos y recordé que la última vez que estuve aquí hubo una fiesta de disfraces con unos amigos que vinieron a verme y me disfracé de mujer. Guardaba mis cosas, bragas sexy, mini falda escocesa, sujetador, blusa y corpiño, peluca y lápices de labios y polvos de colores para el rostro, lápiz de cejas y todo lo necesario. Me veía guapo, digo, guapa y a mis amigos les gustó. De siete que éramos dos íbamos de mujer, los otros daban más miedo, muertos, degollados, qué asco.
    
    Pasé una Navidad bien divertida conversando con los amigos de Cris, pero ninguno se atrevió a meterse conmigo. Cada uno de ellos trajo su champagne, Pedro trajo dos botellas de Moët & ...
«1234...»