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Luis, Jacobo y un verano 07 Jacobo y yo somos instruidos - 08 Trío con mis primos
Fecha: 18/11/2020, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... estupenda ración de caricias que le tenía encendido sin dejarle llegar al final. -Déjeme que se la voy a meter. –Bruno apartó a Jacobo y me sujetó de las caderas para colocarme como cuando me follaba el pequeño. Sentía aún lastimadas mis posaderas y el estrellar su pelvis contra mis nalgas al cogerme no sería muy agradable. -Espera Bruno, hazlo de otra manera. –me soltó y yo mismo me coloque tendido de espaldas en la cama, llevé mis piernas a mis hombros y le sugerí con la postura como quería que me tuviera. Se colocó sobre mí y aparto un poco mis piernas para unir nuestros pechos, disimuló su urgencia y me dio un beso en los labios. -Estas delicioso primito, mejor que las muchachas del pueblo. –atraje su cabeza sujetando su cuello y le di un largo beso. Mientras nos besábamos, Jacobo tocaba la entrada de mi culo, metía los dedos sacando el semen que antes me había dejado y colocó la verga de su hermano en mi entrada para que me penetrara. Así, sin dejar de besar nuestras bocas, fui siendo perforado, a la vez que chupábamos nuestras lenguas daba pequeños empujones con sus caderas para enterrar su pene en mi culo ayudado por Jacobo que lo guiaba en su avance. Fue fácil, resultó sencillo, tenía mi culo con el semen de mi primo pequeño, y la verga más grande de Bruno entraba sin dificultad alguna hasta los huevos que sentí al apretarlos Jacobo con su mano contra mi piel. Nunca había sentido tanta suavidad al ser penetrado, apretaba mi culo pero no podía evitar que la polla ...
... entrara y saliera, su glande, ligeramente más ancho que el de Julio acariciaba al pasar las paredes de mi recto, lo sentía resbalar entrando y saliendo. Jacobo colaboraba con sus manos pasando una por mi glande, mojada en nuestros jugos que llevaba de lo que salía del frotamiento de la verga y el ano, sujetaba la polla de Bruno impidiendo que entrara entera en mi culo, acariciaba la entrada de mi ano y el de su hermano. Y así, suavemente, sin grandes y bruscas embestidas íbamos llegando al clímax, alcanzando la cumbre sublime del gozo, primero lo hizo Bruno, clavándose profundamente, había bajado su mano para retirar la de Jacobo, deseaba llenarme en lo más profundo, preñar a su primo como si fuera una chica, mejor que las muchachas del pueblo. Le sentía los temblores mientras depositaba la carga de sus huevos en mí interior, acaricié la piel de sus costados y terminé cuando cayó sobre mí, cuando rozó mi verga con su abdomen comencé a eyacular, sin la tensión de los orgasmos que tuve con Jacobo. Resultó suave como si se hubiera abierto una fuente sin presión, y salió mi semen como una mancha de sangre, de aceite que se extendía y corría entre nuestras pieles. Esa noche Bruno no obedeció la orden de la abuela, nos lavamos jugando a pesar de las altas horas, era muy tarde y yo tarde más sacando lo que llevaba dentro, cuando ingresé en nuestra habitación estaban dormidos mi dos primos, parecían ángeles creciditos, estaban tapados por la sábana y la colcha blanca, su cabello rojizo ...