La pucha de mi hermana - Relatos Eróticos

La pucha de mi hermana

... y listo ahí estaba el oyito esperando para la primera oportunidad.

Cómo de costumbre llegue de la escuela y le pregunte a mi mama por ella me dijo:

-no se creo que está en el cuarto Parece que se va a meter a bañar,

Eso sono cómo musica para mis oídos y mi verga inmediatamente respondió, despistadadamente le pregunte:

-que te vas a bañar, es que ya me anda

-pinche cabron hasta que me voy a meter ser te ocurre ¿de que te anda?

-nomas voy a miar

-ándale apurate.

Cheque el oyito que todo estuviera listo me mie y me salí rápido

-ya puedes entrar, me dije entre mi (a mostrarme esa panochota que me pone la verga tan dura pendeja)

Ahh que pinches nervios por fin estaba a punto de ver su más íntimo rincón, su deliciosa y anhelada panochota

Y me fui al patio a posicionarme, tardo unos 2 minutos que se me hicieron horas ya tenía el pitó bien agarrado del pescuezo y mi mirada fija enmedio de aquel oyito, por fin llegó con su toalla puesta se soltó el pelo se quito la toalla el oyito era pefecto me dejaba ver buena parte del baño excepto por un detalle estaba de espaldas y traía su calzón puesto pero sin brasier, abrió el agua y se empezó a mojar la cabeza y luego el cuerpo pero sin quitarse el calzón y sin voltearse, yo tenía la verga que me dolía de dura, todavía no podía creer lo que estaba haciendo, ahí viendo a mi propia hermana por un oyito en el bañó a punto de ver por completo su panocha Y sobandome la verga con ella,.....

De repente se voltea ...

... y ohhh dios mio que veo unas grandes y redondas chiches casi me vengo cuando las vi, con ropa nunca pense que estuvieran tan grandes le colgaban delicioso algo caídas por lo grande supongo pero exquisitas con un pezón grande y moreno y una areola enorme y llena de granitos que hasta se me antojo pararme de ahí y meterme al baño a mamarselas Y morderlas hasta hincharle los pezones, o meter mi verga enmedio de ellas y chorrearlas todas de leche, pero eso no podía ser me quede extasiado viendo un rato esas ricas chiches que se movían como péndulos, por un momento por la sorpresa de descubrir esas bolas me olvidé de su pucha, ya estaba completamente volteada hacía mi pero aún no se quitaba el calzón que era de color blanco, lo tenía muy mojado y pegado al cuerpo que claramente se transparentaban los pelos de su pucha yo estaba con la verga a reventar me dolía de calentura y mi pantalón ya ser había empapado de mi líquido preseminal, rrecorria su cuerpo desde la cara hasta los pies, me extasiaba viendo lascivamente su cara, sus deliciosas chichotas su ombligo, su panza hasta su panza me parecía morbosa, y después su entrepierna hasta ahora sólo traslúcida pero que prometía un espectáculo muy morboso, se tallo su cuerpo pero le faltaba la parte de abajo presisamente la pucha, se puso las manos en los costados del calzón cómo en posición para bajarlos, yo temblaba de la emoción sentía que me moriría de placer y mi verga ya no aguantaba más ese tormento, pero por fin el momento que ...