1. Luis, Jacobo y un verano 18 Visitas nocturnas a la cama de Julio


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... puntas de nuestras narices y las frentes. Exhalábamos nuestros alientos el uno en la boca del otro y los aspirábamos hasta que inclinó la cabeza y sus labios se posaron sobre los míos, con las cabezas cruzadas nos chupábamos las bocas, la suavidad del principio se precipitó en una cascada de deseo irreprimible, sujeté su nuca para pegarle con fuerza a mi boca, para respirar le soltaba un poco. Acariciaba su pelo enredando mis dedos en él, los hundía hasta llegar a su cuero cabelludo mientras mordía sus labios, a veces templado y otros con furia rabiosa, su lengua resbalaba por el interior de mi boca y me daba besos cortos antes de volver a perforarme con ella luchando en una hermosa batalla amorosa. -Quiero metértela Luis. -¿Te la chupo un poco? -jadeaba en su boca, también lo quería yo y me sentía excitado, mi culo pedía su verga, la deseaba como un sediento su agua, aunque la crema se hubiera absorbido por mi piel esperaba que quedará aún y no me doliera su entrada. -No puedo esperar o me corro, déjame meterla. –aún seguíamos con nuestro traje de dormir, no habíamos tocado nuestros cuerpos excepto nuestros rostros, los cuellos y las bocas y había sido suficiente para sentir la necesidad de la cópula salvaje. Cada uno nos quitamos nuestras prendas, riendo cuando nos enredábamos en las perneras de los pantalones y caíamos de espaldas sobre la cama. Cuando quedamos desnudos, yo tumbado mirándole, él de rodillas a mi lado se quedó observándome, manejaba su larga polla subiendo ...
    ... el pellejo de su glande y bajándolo, estiré la mano para coger sus testículos y palparlos. Su verga se endureció más al notar mi mano en sus huevos. -Eres increíble, perfecto. -no dejaba de observarme, me sentía examinado minuciosamente, metí mi pene entre las piernas y las cerré cruzándolas, ocultándolo a su mirada, como si no existiera, ofreciéndole la visión andrógina y ambigua que resultaba mi cuerpo, elevé la cabeza y la moví para que mi cabello se esparciera y descansara como una almohada debajo de mi cabeza. Pasó sus dedos por el vello dorado de mi pubis y subió lentamente por mi abdomen rozando con suavidad las suaves colinas hasta llegar a mi pecho, llegó a mi boca y metió dos de sus dedos, todo lo hacía con la mano izquierda, la derecha no abandonaba el garrote tieso y enorme de su pene del que caía un hilo de precum, lo recogía para esparcirlo en su glande ahora despejado de la piel. -Preciosa, maravillosa. –me trataba en femenino y se mordía el labio inferior, pensé que tenía que haberme colocado unas braguitas de mamá y hacer más genuina y auténtica la imagen que le ofrecía de púber muchachita. Se deleitaba mirándome y su verga no podía crecer más, no podía ponérsele más dura, la piel del glande parecía que iba a estallar sin poder contener la sangre que lo llenaba, dejó que su polla se moviera atrás y adelante sola, sacó los dedos de mi boca pasándolos por mis labios y se agachó para besármelos. Abrí mis piernas ahora que le tenía abrazado, sintiendo sus labios ...
«1...3456»