1. Una noche de venganza


    Fecha: 21/11/2020, Categorías: Incesto Autor: ultraman, Fuente: CuentoRelatos

    ... a besarme los labios vaginales y el clítoris, era muy placentero, Víctor era todo un experto con la lengua, Luego me invito a cenarme en el sofá, se arrodillo frente a mi abriendo bien mis piernas, sus dedos comenzaron abrir mi vagina muy suavemente, luego comenzó a meterlos con movimientos circulares, con la otra mano saco de un lado del mueble un potecito de vaselina, en lo que lo vi me imagine lo que quería. Se unto los dedos libres con vaselina y me lo fue introduciendo en mi apretado ano muy suavemente, mientras unos dedos de una mano entraban a mi vagina los dedos de la otra entraban en mi ano, sus labios y su lengua no soltaban mi clítoris. Mi cuerpo temblaba me estaba excitando mucho.
    
    Los sonidos de las chupadas que Víctor le hacía en su vagina se oían claramente, en toda la sala, su cuerpo se convulsionaba por la excitación y el placer, que espectáculo tan erótico y pensar que era mi esposa con otro hombre, los celos me comían, las manos me sudaban pero a la vez estaba muy excitado, demasiado excitado, un sonido ronco salió de su garganta, señal de que su excitación estaba aumentando, Vicky volvió a retorcerse y entero las uñas en los hombro de Víctor.
    
    ―Hay que rico se siente. Hay no pares Víctor, no pares, eran sus expresiones, huy que divino.
    
    Su rostro denotaban su gran éxtasis, su cintura comenzó a moverse frenéticamente.
    
    ―Víctor siento que me vas a partir en dos ah, ah, que rico, estoy muy excitada, no sé hasta cuando me pueda controlar, ah, ah, ...
    ... detente por favor, te lo suplico, me vas hacer acabar, Ah.
    
    No pude seguir hablando mi cuerpo se estremecía, temblores recorrían toda mi columna vertebral, Víctor seguía su castigo vaginal y anal. Yo instintivamente aumente el moviendo de mis caderas ahora más que antes, unas lágrimas asomaron a mis ojos. Chorros de flujo bajaron de mis entrañas. Había acabado muy divinamente.
    
    Mis labios vaginales estaban muy hinchados y sensibles.
    
    Quise pararme pero Víctor arrecio los movimientos de sus manos, impidiendo así, me aferre como pude al espaldar del mueble para soportar sus fuertes embestidas que me causaban dolor y placer a la vez. Nuevamente comencé a jadear, mis susurros se convirtieron en gritos de placer, comencé a mover mi cintura nuevamente y nuevos espasmos azotaron mi cuerpo de una forma brutal. Había acabado nuevamente. Todo mi cuerpo se estremecía.
    
    Víctor seguía sin pararse, su boca prácticamente comía mi clítoris, sus movimientos eran cada vez más fuerte, mi cuerpo se retorcía, jamás Mauri me había hecho algo así, era una sensación desesperante, so sabía si llorar o gritar, mis manos trataban de alejar su cabeza de mi vagina pero no podía, mis fuerzas me fallaban, todo mi cuerpo temblaba y convulsionaba, comencé a gritar como loca, sabía que estaba a punto de acabar por tercera vez, así que volví arreciar mis movimientos de cadera nuevamente como una loca y llego la tercera oleada de placer, mis manos aferraron con fuerza su cabeza paraqué no siguiera porque me ...
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