1. Camioneros: olor a macho. Parte 2.


    Fecha: 27/11/2020, Categorías: Gays Autor: asdfgh29, Fuente: SexoSinTabues

    ... Hasta luego Tomás y cuida de la nena. -Hasta luego colega - respondió Tomás y salimos del parking. Volvimos a hablar de motos con Tomás con naturalidad, parecía que durante el día a él no le afectaba lo que hacíamos por las noches. Mientras viajábamos lo hacíamos en calzoncillos y al parar en las gasolineras rápidamente nos poníamos unos pantalones cortos encima y nos bajábamos a estirar las piernas con el pecho descubierto, como hacían casi todos los automovilistas. Era mes de vacaciones y los lavabos de las gasolineras estaban siempre llenos de tíos meando. Me gustaba sacar la polla fuera y ponerme al lado de un desconocido a mear. Me erotizaba hacerlo y a mitad de la meada escuchando el chorro de pis dando vueltas en círculo, medio me empalmaba y terminaba de mear con la polla morcillona. Las experiencias que había tenido desde que había salido de viaje, me habían descubierto un mundo nuevo y estaba atento a todas las señales. Ese mediodía un padre de familia joven y guapo ocupó el lugar de otro hombre a mi lado mientras yo seguía meando pues en el camión bebía mucho agua. Lo había visto llegar con su coche en el que iban su mujer y dos niñas pequeñas. El tipo me sonrió y sacando la polla afuera me preguntó por una carretera secundaria, pero al hacerlo bajó la vista a mi entrepierna y miró descaradamente a mi manguera desnuda. Me pareció que apartaba un poco el cuerpo de la pared y giraba hacia mí como invitándome a mirar, yo no me corté y seguí hablando, quien nos mirara ...
    ... desde atrás hubiera visto a dos machos charlando con las caras frente a frente, pero nuestros ojos estaban fijos en la polla del otro. Tenía un tubo de carne gordo y largo que se pillaba con los dedos mientras soltaba una meada muy gruesa y amarilla que hacía espuma en la taza. Me calenté del todo y él al verme también se excitó. Lo mejor era que no parábamos de hablar, que si el cruce estaba a unos kilómetros más adelante, que si no se habría pasado, que si debía doblar a la derecha o a la izquierda. yo qué sé. Habíamos terminado de mear y ahora nos tocábamos las pollas erectas. El tenía una hinchazón obscena que descapullaba y volvía a subir la piel cubriendo el glande rojo y brillante como un ciruelo abultado. Cuando quedó menos gente en el cuarto nuestras manos volaban y sólo bastó que él se acercara chocando su brazo desnudo contra el mío, para que aquel mínimo contacto de la piel nos hiciera correr con grandes chorros de leche blanca que fue a estrellarse en la loza de enfrente y de allí descendió en goterones espesos hasta desaparecer por el agujero. Ah. ! no hay nada mejor que una buena meada después de un largo camino me dijo metiéndose la polla ya medio blanda y subiéndose la cremallera. Después me tendió la mano. - gracias por tu ayuda. - me dijo y se la estreché con tibieza. Sonriendo y casi acariciándola. Volvimos a nuestros vehículos, él delante, tenía un buen culo de macho que movía al andar. Me sentía muy relajado y dormí un rato mientras Tomás seguía haciendo ...