1. Mi primer maduro, mi tío


    Fecha: 27/11/2020, Categorías: Gays Autor: Liriam, Fuente: CuentoRelatos

    ... realidad. Apenas me tocaba y sentía como mi respiración se quebraba e intentaba no hacer ruido. También sentía escalofríos pero de gusto que sentía. Pero debía continuar, me puse una toalla que cubría parcialmente mi cuerpo y fui directo al baño. Una vez ahí lo llamé y le pedí por favor que me alcanzara la mochila que intencionalmente había dejado en el comedor. Antes de que llegara me quité la toalla y al abrir parcialmente la puerta le mostré una de mis tetas.
    
    Cuál fue mi excitación al darme cuenta que miró y luego corrió la cara. Me pidió perdón y se puso todo rojo. Mi corazón explotaba, él quiso mirar. Con la voz quebrada por el temblor le dije que estaba bien y que gracias. Cerré la puerta y me tiré al piso apoyando la espalda en la pared. Al fin tenía una señal ¿o me lo estaba imaginando? mi respiración estaba agitada y sentía que perdía el control de mi cuerpo. Nunca había sentido algo tan fuerte. Dudé unos minutos en el baño y entonces, con la toalla puesta, salí en dirección al comedor. Corroboré que estemos solos y entonces lo llamé.
    
    —¿Martín, me ayudarías? —Con una mano sobre mis pechos sostenía la toalla y la otra la llevé a la boca mientras me mordía los dedos como ocultado parte de la cara.
    
    —¿Qué te pasa? —Me volvió a sonreír con su mirada pícara pero esta vez no apartaba sus ojos de mi cuerpo. Entonces le di la espalda y fui para su habitación. Por los pasos sabía que venía detrás de mí. Y cuando llegó entonces ocurrió la magia.
    
    Me tomó por la ...
    ... cintura con sus fuertes brazos y me dijo:
    
    —Vos querés esto pendeja y lo vas a tener.
    
    Me puso en cuatro en su cama y me comenzó a chupar la vagina. Yo no paraba de gimotear como una loca.
    
    —Haaa Martín POR DIOS!! HACEME TUYA!
    
    Estaba completamente extasiada y podía sentir como su barbilla me pinchaba suavemente la cola. Era toda suya, su puta, su perra, toda de él. Me dio vuelta y ahora podía mirar su carita, toda roja y firme, era un hombre que ya no tenía puesta su remera y que me estaba comiendo todo el clítoris. Intentaba pararlo agarrándolo de la cabeza para que detuviera esa danza frenética de placer para tomar un respiro.
    
    Entonces me soltó y acabé en la cama, temblando involuntariamente y lagrimeaba por semejante cosa. Estaba en el paraíso y mientras tanto él me miraba y me dijo:
    
    —¿Eso querías no? ahora sos la putita del tío. Y te vas a chupar esta pija.
    
    Entonces se sacó su short y la pude ver, su enorme pene. Apenas me estaba reponiendo y ya estaba saboreando su miembro. Me la acercó a la boca y primero que nada quise saborearla, pude lamerla por toda partes y era capaz de tomarla con ambas manos. La pasaba por mi cara y entonces me la metí a la boca. Apenas si me entraba. Ahora era mi turno de complacerlo y mientras chupaba lo miraba a la cara mientras tocaba sus abdominales.
    
    —Como me gusta tu carita de ángel preciosa, te gusta mi pija?
    
    Yo no me permitía hablar y le respondía balbuceando, estaba muy rica como para soltarla. Y casi como quitándome ...