No sé cómo ocurrió, ni cómo dejé que ocurriera 3
Fecha: 29/11/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: palotess, Fuente: CuentoRelatos
... cada una a lo suyo.
De repente sacó su lengua de mi boca y sin soltarme de ninguna de las dos partes de las que me tenía cogida, muy cerca de mi cara, me dijo muy despacio:
—¡No me levantes la mano de nuevo! ¿Me oyes puta? ¡Haré contigo lo que se me antoje cuando y como quiera! ¿Me oyes? ¡Contéstame! —Mientras su mano seguía hurgando en mi coño y yo notaba como poco a poco me deshacía de gusto.
—¿Lo ves zorra? ¡Tienes el coño empapado como una perra en celo esperando que la monten!
El lenguaje que utilizaba llegaba hasta mi cerebro y en vez de incomodarme, hacía que mi excitación aumentase, que todo lo que había deseado hasta ahora se convirtiera en realidad, que dejara de ser tan metódica y que hubiera alguien capaz de poseerme, capaz de hacer conmigo lo que quisiera sin pedirme permiso y ese momento había llegado. Este ¨macarra¨ adolescente estaba sacando de mi lo que ningún tío había conseguido.
De repente sentí como tiraba de mí hacia abajo y me dejaba arrodillada delante de su entrepierna. Bajó el calzoncillo y apareció lo que me había puesto tan loca desde el momento en que la intuí aquella mañana de mi llegada. Su polla dura, apuntaba hasta llegar casi a su ombligo dejándome ver, ahora sí, todo su esplendor esperándome.
—¡Ahora zorra demuéstrame que quieres que te perdone! —Me dijo apuntándome con su rabo congestionado y surcado por un cúmulo de venas que sobresalían de su piel y un glande redondo y mojado por el líquido seminal.
Abrí mi boca y ...
... empecé a lamerle el prepucio sin tocarle, con las manos sin despegarlas de mi cuerpo. Intentaba meterla poco a poco dentro de mi boca. Empecé a chupar su cabeza, estaba como una adolescente en su primera mamada. Le iba a demostrar a este imbécil quién la chupaba mejor si la niñata o yo, una mujer hecha y derecha. Sin querer había entrado en una competición absurda. ¡Esta polla es mía! Pensaba para mí mientras la introducía en mi garganta hasta donde podía, llegándome a dar alguna arcada que trataba de disimular como podía.
Agarré su tronco y mientras la mamaba, le pajeaba sintiendo como empezaba a jadear ante mi buen hacer, cómo iba entregándose y cómo sentía mi poder sobre él. Dejé de chuparla y seguí con la paja mientras veía cómo aparecía y desaparecía su glande dentro del prepucio con mi maniobra. Me escupí en la mano mientras no dejaba de mirarle a los ojos. Seguí apretando sus huevos con una mano mientras con la otra subía y bajaba. Cuando creía que estaba a punto de correrse y que cedería, me cogió de nuevo del pelo y tiró de mí hacia arriba. En vez de daño sentí una punzada de deseo en mi vientre al ver que mi macho me sugería otra cosa.
Cogió mi pantalón y tiró de él hacia abajo sin soltarme del pelo dejando mi coño al aire. Sin miramientos echó mi cuerpo sobre la encimera, aplastándome con una mano, mientras con la otra terminaba de sacar el pantalón por mis pies, abriendo mis piernas y dejando mi culo en pompa hacia él. Seguía controlando que nadie entrara y me ...