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el chacal del metro (el que busca encuentra)
Fecha: 02/12/2020, Categorías: Gays Autor: MiNombreEsAlan, Fuente: SexoSinTabues
Como de costumbre me encontraba buscando verga en la línea A del metro, desesperado y caliente en el último vagón del tren, pues me hacía falta ya sentir un buen pedazo de verga clavada en las nalgas; gruesa y caliente para que poder disfrutarla dentro de mí, para gritar como perra, suplicando, que me la metieran toda. Y estaba decidido a encontrarla. Después de un rato puede ver a un tipo que me hizo agua la boca. Era un chacal; un tipo moreno con una barbita definida en un mentón ancho como su espalda. Tenía el pecho y los brazos marcados, su cuerpo era y tan puto excitante bajo una playera sin mangas, un pantalón de mezclilla ajustado y un par de botas de obrero. Estaba recargado sobre la puerta con la frente llena de sudor pues, al parecer, regresaba trabajar. Su herramienta de construcción lo delataba. Tenía un brazo levantado para agarrarse de un tubo y así yo podía ver su axila cubierta por un delicioso vello; me imaginaba como podía oler y me moría de ganas de pasar mi lengua por ahí. Era demasiado, en ese momento ya tenía la verga erecta y el culo palpitando; tenía que acercarme a él y hacerle la plática para llevármelo a un hotel. Fui a donde él y lo observe sabroseando todo su cuerpo, él lo noto y no fue indiferente se empezó a acomodar la verga. Susurre, lo suficientemente fuerte para que me escuchara; “¡que rico!” sonrió para ignorarme por un rato, pero yo seguía comiéndolo con la mirada. No podía más y me atreví a abordarlo directamente. ¿Qué onda?, hace un ...
... chingo de calor ¿no?, ¡ se antojan unas chelas! Dije y espere su respuesta con la verga escurriéndome por el deseo. Me miro extrañado, pero reacciono amable y me dijo, “si, así es amigo… se antoja una cervecita” dijo mientras se agarraba el paquete. No aguante y lo agarre; le empecé a acariciar le la verga y el wey no fue indiferente. Sentí poco a poco como su verga se fue parando para al final darme cuenta que era una madresota; gruesa y larga. ¿No quieres que vayamos a tomarnos unas cheves? Yo te invito. Dije lamiéndome los labios. . -Mejor vamos a mi casa, ahorita está sola. Obviamente acepte y después de un rato ya estábamos ahí. Era una especia de vecindad. Me indico a donde dirimirme y me advirtió que entrara sin hacer ningún ruido. Entramos a un cuarto oscuras, y en cuanto cerró la puerta me ordeno que le mamara la verga. Prendió la luz, se bajó el cierre y yo ya estaba de rodillas listo para comer. Era una verga deliciosa, gruesa, morena, apestosa y peluda. Me la trague toda por un buen rato, no podía despegarme de ella, quería estárcela mamando todo el día y toda la noche; sentir ese trozo enorme de pito en mi boca ahogándome con mi propia saliva. Lo miraba desde abajo, mientras le seguía chupando el palo, me escupió en la cara y dijo. - ¿ya putita?, ¿ya terminaste? Porque te quiero coger. Apúrate, yo sé que te gusta pero deja algo para después. Me levanto del suelo y me aventó a un sillón. . - quita te le pantalón, rápido… ¿quieres que te la meta? Dijo agarrando y ...