El principio del fin 4 (una noche de tres)
Fecha: 04/12/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Avariciasex, Fuente: CuentoRelatos
... seguí paseando por la ciudad, esta vez me dirigía al casco antiguo, cuando vi una joyería y pensé en regalarle algo a Lidia, y aunque el dinero era suyo, un detallito seguro que le gustaría. Entré y después de mirar un rato encontré una preciosa esclava de oro blanco que seguro le iba a gustar. Deciros que estuve algo dudoso porque casi no me llegó la pasta, pero al final la compré.
Ya en el hotel, una nota me esperaba en recepción que decía…
“Perdona Sergio, pero hoy tampoco podré cenar contigo. Cuando vayas a descansar hazlo en mi habitación, no quiero dormir sola”.
Me sentí algo triste, porque quería darle el regalo en la cena, pero por lo menos esta noche íbamos a pasarlo bien juntos. ¡Ya se lo daría en su habitación!
Después de cenar, subí a su habitación, y después de asearme me metí en la cama, ya que estaba algo cansado de tanto andar durante todo el día. No podía esperarla más y al poco tiempo me dormí. Estaba ya profundamente dormido, cuando me despertó una sensación suave y caliente que recorría mi espalda. Al abrir los ojos, vi a Lidia sentada a mi lado acariciándome todo mi cuerpo con sus ágiles manos. La sensación era tan placentera, que solo la saludé y volví a cerrar los ojos. Ella me dijo…
-Hola cariño, ¿has pasado buen día?
Yo asentí con la cabeza al mismo tiempo que estiraba la mano para coger el regalo de Lidia que estaba encima de la mesita. Al dárselo, Lidia sonrió efusivamente, y me dijo…
- ¿Esto es para mí? ¡Qué encanto! ¿Qué ...
... mujer no querría tenerte a su lado?
Me besó en la espalda, abrió el regalo y se lo puso al instante. Entonces fue cuando me di cuenta cómo iba vestida. Llevaba una batita transparente de tirantes de color rojo, que cubrían, pero dejaban ver todos sus atributos, ya que no llevaba ropa interior. Se levantó de la cama se puso frente a mí y me pregunto…
- ¿Te gusta cómo me queda?
Yo le contesté que sí, que me gustaba todo, la pulsera, la bata, sus zapatos y también su cuerpo. Ese espectacular cuerpo que no tapaba aquella bata transparente. La cogí la acerqué hacia la cama y le besé las piernas. Me apetecía lamerle el coño, pero al intentarlo me dijo…
- ¡Espera! No tengas tanta prisa, tenemos toda la noche para nosotros.
Se dirigió al lavabo y abriendo la puerta me dijo…
- Bueno, mejor dicho, para nosotros tres…
Y de repente del lavabo salió otra vez la morenaza que me había regalado Lidia. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Yo no salía de mi asombro, estaba aún más bella que la otra noche, llevaba también una bata como la de Lidia, pero de color negro. Y yo no podía dejar de mirar a esas dos preciosidades que estaban frente a mí. Lidia me miró y me dijo…
- Se llama Alba, es mi amiga íntima y mi secretaria personal.
Y acto seguido se fundieron en un profundo y húmedo beso lésbico que hizo que mi polla creciera hasta casi reventar. Aquellas dos mujeres estaban gozando delante de mis ojos. Yo no daba abasto a mirar todo lo que quería mirar, al levantarme para acercarme, ...