Volver a salir con mi mejor amiga
Fecha: 04/12/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos
... sentaría bien una ducha. Comencé a quitarme la ropa delante de ella, en parte porque quería demostrarle que mi figura también se mantenía esbelta pese a haber dado a luz un hijo maravilloso. Dejé mi camiseta y mi falda en una percha junto a las toallas, luego me quité el sujetador y el tanga, y me introduje en la ducha.
Lo cierto es que la ducha me sentó bien. Al salir, solo pude ver mi sujetador y mi tanga donde los había dejado, no veía el resto de mi ropa, me llamó mucho la atención que mi amiga la cogiese. Me preguntaba qué es lo que pretendía. Me envolví en una toalla, y me dirigí hasta el dormitorio de mi amiga, donde se encontraba Verónica todavía desnuda dándose alguna crema por su cuerpo. Pude ver algunos vestidos suyos que yacían sobre la cama. Ni rastro de mi camiseta ni de mi falda. Verónica al verme entrar en su cuarto dijo:
.-“Elige tu primera, el que no quieras tú me lo pondré yo” dijo mirando los vestidos de encima de su cama. De adolescentes ya nos intercambiábamos ropa, así que no me pilló de sorpresa sus intenciones.
.-“¿Y el resto de mi ropa?” le pregunté.
.-“No pensarías salir a la disco como ibas? Me dijo poniendo cara de pocos amigos y de prohibírmelo por todos los medios. Yo me encogí de hombros resignada.
.-“No te preocupes, los he lavado y tendido.” me dijo. Yo por mi parte, miré los vestidos sobre la cama, al parecer no tenía otra opción.
.-“Vamos Ana, es mi noche, hagamos alguna locura” dijo poniendo carita de niña buena. Aquel ...
... argumento terminó por convencerme y ceder a su capricho.
Lo cierto es que uno de los vestidos que había extendido sobre la colcha de la cama siempre me había gustado. La primera vez que se lo vi puesto, fue para la boda de una conocida de ambas, y siempre tuve envidia de cómo le sentaba. Se la veía realmente sexy con ese vestido. Incluso mi marido, después de hacer el amor con él en esa misma noche de la celebración, hizo algún comentario acerca de lo bien que le sentaba a Verónica el vestido, recuerdo aquella vez y sus comentarios porque el estómago se mi hizo un nudo, mi intuición femenina me decía que mi esposo había pensado en ella mientras lo hacía conmigo.
Así que con un punto de rabia y envidia, tratando de imitar a mi amiga, cogí el vestidito de la cama, y me decidí a probármelo. Seguro que mi marido se sospecharía algo al verme entrar con dicho vestido de madrugada en casa, y pensé en ponerlo celoso. Siempre que lograba enfadarlo me hacía el amor de manera más impulsiva, me decía cosas como “nadie te folla mejor que yo” y cosas por el estilo. A mí me gustaba desatar su pasión. Bueno, eso y que me pegará un buen polvo.
El caso es que se trataba de un vestido en tonos azules, con un escote en “V”, de esos cuyas tiras se anudan sobre los hombros, desnudando también la espalda, y terminado en una minifalda con algo de vuelo. El escote me llegaba hasta casi el ombligo, por lo que no podía ponerme sujetador, además se notaría en la espalda. Yo hacía tiempo que no ...