1. CAMPAMENTO – PARTE 7


    Fecha: 05/12/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... estaba loca. Luego de un momento Raúl salió detrás de nosotros. ―Esa señora está mal de la cabeza ―fue lo primero que dijo―. ¿Te encuentras bien? ―Sí, amor― contesté, aún algo alterado ―. No me hizo nada… ―¿De qué estaba hablando esa loca? ―preguntó luego. ―No tengo idea ―contesté sinceramente, sin entender nada de lo que había sucedido―. ¿Puedes llevarme a mi casa? Raúl me miró por un segundo y luego accedió sin muchas ganas, ya que seguramente quería que me fuera con él, pero en lo único que podía pensar yo en ese momento era en irme a llorar a mi cama. Luego de despedirme de Jordán, Raúl me llevó hasta mi casa. ―Te llamo mañana ―le dije y luego me bajé del carro, caminando como zombie, con la mente llena de conjeturas. Al llegar a mi cama me lancé sobre ella y empecé a llorar de cólera y de pena, lleno de frustración por no poder entender que era lo que estaba sucediendo. ¿Por qué me pasaban esas cosas? ¿Qué había hecho yo para merecer tantos problemas? Lo único que siempre quise fue ser feliz con la persona que quería, sin hacer daño a nadie. Los días siguientes me los pasé encerrado en mi casa, con el teléfono en la mano, esperando noticias de Cristian. Lo último que supe, gracias a que Jordán se mantenía bien informado, era que había salido ya del hospital y que se estaba recuperando satisfactoriamente. La frecuencia con la que veía a Raúl había disminuido estos últimos días, pero no era por falta de ganas, sino porque me sentía avergonzado por la forma en la que me ...
    ... había comportado, por haberme preocupado tanto por Cristian sin pensar en los sentimientos de mi novio. Tal vez ahora que sabía que Cristian estaba mejor, podría dejarlo atrás definitivamente y concentrarme en reparar mi relación con Raúl, él era quien merecía mi cariño y estaba completamente dispuesto a dárselo. ―Adrián ―llamó de pronto mi madre, haciéndome saltar por el susto ―. Te llegó esta carta ―continuó, entregándome un sobre blanco sin ninguna dirección de remitente. ―Gracias mamá ―respondí y luego abrí el sobre de inmediato, curioso por saber de qué se trataba. ―Voy a salir a la tienda ―continuó ella―, regresaré en un par de horas. Dentro del sobre había una pequeña memoria USB y una nota que decía… “Míralo solo y hasta el final”. Intrigado por la nota, cerré la puerta de mi cuarto e inserté el USB en mi laptop. Sólo había un archivo de video en aquella memoria y llevaba por nombre “Private” Sin poder esperar más, me acomodé sobre mi cama y puse a reproducir el video. La primera imagen que apareció fue la de una habitación, con una cama perfectamente centrada en el medio, luego la imagen cambió de inmediato mostrando ahora la misma habitación y la misma cama pero desde un ángulo diferente. Entonces unas voces se escucharon en el video y dos personas aparecieron en la imagen. Mis ojos se abrieron grandes cuando los reconocí. ¡Eran Ángel y Pablo! ¡Era un video de ambos! Ángel llevaba la misma ropa con la que lo había visto el otro día en la calle, así que supuse que ...
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