1. Cómo me enamoré de mi esposo


    Fecha: 05/12/2020, Categorías: Incesto Autor: Dianquel, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, me llamo Diana y tengo 27 años. Quiero contarles la historia de cómo conocí y me enamoré de mi actual esposo. Soy de México. Mis medidas: 1.63 de altura, bra 34e, 93 de caderas y 61 de cintura. Soy una mujer guapa, lo he sido desde la secundaria, blanca, de cabello castaño oscuro y con pechos un poco grandes.
    
    Todo esto empieza al final de la prepa, después de la graduación casi todos fuimos a la escuela a emborracharnos esa noche. La cosa se extendió más o menos hasta las cuatro de la mañana, yo bebía bastante y esa noche no tarde en ponerme borracha. Se suponía que cuidaría a una amiga, Wendy, pero a las dos horas me di por vencida al perderla de vista. El tema queda en que más o menos a las 3 de la mañana me quedé dormida en el gimnasio. Después de terminar en la escuela todos se fueron a la casa de un compañero de diferente salón y yo fui la única que se quedó ahí como idiota.
    
    Lo peor fue que cuando me desperté me había orinado encima, pensé que estaba en el gimnasio y que podía aprovechar las duchas. Así que intenté entrar a las de mujeres, era un almacén, todo estaba lleno de cajas y montones de documentos. Ninguna de las duchas estaban desocupadas, así que me asomé al baño de hombres. Misma situación pero sólo a la entrada, todas las duchas estaban libres y cuando abrí la llave me di cuenta de que servían.
    
    Me desnudé y dejé mi ropa en un locker cerca de la entrada. Cerré la llave cuando vi un pequeño bote de shampoo y me vacíe lo que quedaba en el ...
    ... cabello.
    
    En ese momento escuché la voz de un hombre y abrí la llave rápidamente para enjuagarme el jabón.
    
    Voltee hacia la entrada y estaba el raro de la escuela, Caleb. Nunca habíamos hablado, era moreno, más alto que yo y un poco musculoso pero con carne de más. Parecía no importarle mucho el que lo viera desnudo y estaba igual de borracho que yo.
    
    Aquí viene el problema, tenía un pene enorme. Literalmente era como el de mi novio erecto pero estando en su estado natural, muy grueso y perfectamente rasurado. Por aquel entonces estaba acostumbrada al pene de David, mi novio, era un tamaño promedio y completamente blanco con una mata de pelo muy grande. Ver un pene tan grande, grueso y oscuro me sacó de onda, pero llevaba dos meses pidiéndole a David una cogida, y como siempre me ponía peros y estaba peda no me importó querer follarme a Caleb.
    
    Estaba por irse, pero regresó a bañarse por que le habían echado cerveza en todo el pecho y espalda, pero al verme ahí pensaba que era mejor irse, sólo había vuelto por una toalla que estaba en el otro extremo del baño.
    
    -— No te preocupes, sólo vine por la toalla esa.
    
    Y como si nada pasó por mi lado, agarró la toalla y me descubrí los pechos cuando iba de vuelta a la entrada. Metió la toalla en un locker y estaba por irse.
    
    — ¡Oye!
    
    Él se dio la vuelta, su pene estaba palpitando un poco y comenzaba a moverse.
    
    — No... ¿No te quieres quedar un rato conmigo?
    
    — ¿Así?
    
    — Así mero— Le respondí.
    
    — ¿Qué estás ...
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