Nuestra amiga argentina y la pendejita haciendo de las suyas
Fecha: 05/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos
... mi mesa de luz el consolador, mientras hacía eso ella se seguía tocando sola (con lo cual no sé si se dio cuenta lo que yo estaba haciendo).
Agarro el consolador, le empiezo a chupar de nuevo la conchita, esa conchita hermosa de pendeja, hasta que le meto el consolador y me dice: “Nooo Carooo, nooo, ¿qué me vas hacer?” y le digo: “guacha no pienses en nada solo goza, y ¡disfrútalo!”
Se queda quieta, no me decía nada, se lo meto, se lo saco, se, lo meto, mientras le chupaba la concha, a ella (como siempre cuento sus piernas para todos lados, tocándose las tetas, agarrándose de las sábanas) hasta que termina acabando como loca (repito es la primera vez que hacía esto).
Otra vez, sin perder tiempo, le digo: “Ahora me toca a mí” me acuesto en la cama, bien boca arriba (¿me explico?) le digo: “ Valen ahora te toca a vos hacerme acabar”, me empieza a chupar la concha pero de una (no como el otro día), me mete los dedos, le pido que me meta el consolador, me lo va metiendo de apoco, hasta que se anima, viendo como yo gozaba y me estremecía del goce, me lo mete, me lo saca (la pendeja aprendió rápido) hasta que me hace acabar, y como una yegua.
Nos quedamos las dos en la cama y como siempre digo y no me canso de repetir, sintiendo esa piel cuidada de esa pendeja de 19 años (pero que aparentaba menos) caliente ¡como yo!
Bueno, nos quedamos en la cama un rato (y no me canso de repetir, sus piernas sobre las mías, las mías sobre las de ella) y así calentándonos un ...
... rato ¡largo!
La hago poner de rodillas en la cama, yo también de rodillas detrás de ella. Le beso, le empiezo a meter los dedos en la conchita, le besaba la nuca, ella ponía sus manos atrás y me tocaba, hasta que llegó a mi conchita y acabamos ¡las dos juntas!
Bueno de ahí dos cosas: primero, otra vez nos quedamos las dos en la cama en bolas, solo acariciándonos. Pero voy al baño de mi cuarto, prendo la ducha, le agarro, le llevo de la mano y nos empezamos a duchar las dos juntitas.
Puaf, sentir que esa pendeja hermosa me enjabonaba, me ponía ¡loca!, mientras nos enjabonábamos nos empezábamos a meter otra vez los dedos en nuestras conchitas (la pendeja ya quería todo), hasta que acabamos, quedamos temblando (como siempre me pasa).
Le agarro su cabeza, la agacho y se la pongo en mi conchita, y sin dudarlo (porque ya le había gustado) me la empieza a chupar, pongo una de mis piernas sobre el borde de la ducha, para que así, pueda entregarle mejor mi conchita, y la puta que ya le había tomado el gusto, no solo me la chupa, me mete los dedos, me la come, yo obvio que una pendejita así me haga eso me puso loca, hasta que me hizo acabar, y ya no me podía sostener, pero en serio, me abrace a ella, porque ya ¡no daba más!
Bueno la cosa es que nos secamos, nos ponemos esas toallas enormes que tengo y nos vamos a la cama (la verdad es que no sabía que podía pasar, pero ya estaba ¡que no daba más!)
La cosa es que nos acostamos, y entre caricia y caricia nos quedamos ...