1. Dulces 08: Arcades y Lascivia


    Fecha: 06/12/2020, Categorías: Gays Autor: shotaboy, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi glande, hundió luego de medio minuto su mano más profundamente tocando mi anito e iniciando un proceso de caricias y hurgado que inundó mi cerebro de Oxitocina haciéndome abrir la boca para gemir, sin poder controlarlo coloqué mi manito en su verga, me sorprendió no solo lo tiesa que estaba sino también lo caliente, aún a través de su bañador podía sentir ese calor emanando de su piel, impaciente por lo que estaba viviendo bajé hasta su pene atrapado y aún bajo la tela lo lamí, estaba más caliente de lo que pensaba. Franklin nunca dejó de dedearme, aunque ciertamente no se esperaba lo rápido de mi reacción puesto que liberé su verga de aquella prisión de tela deportiva color negro y esta rebotó sobre mi nariz, rígida y al vapor; la tomé con mi mano derecha y masturbé el falo lo más delicadamente posible, Ahora era Franklin quien suspiraba sin dejar de estimular mi ano, cuando toqué su pre semen con la punta de mi lengua la sensación de electricidad dio un segundo paseo por mi sistema nervioso, lo que me llevó sin pensar a lanzarme a su pene, estaba caliente de verdad, rígido pero blando al tacto, chupé la cabeza con fuerza cuidándola de no rosar mis dientes, su sabor era magro puesto que estaba recién duchado, luego sin dejar de masturbar inicié un movimiento muy veloz con mi lengua justo debajo de la cabeza presionando sin tregua con mi paladar, esto inició el abrupto aumento de su respiración y unos casi silentes bufidos encima mío, el calor que su cuerpo y verga ...
    ... producían me estaba haciendo sudar, como un vaho que se estanca haciendo permanecer una especie de neblina invisible de humedad y libido. -Sigue Willy, sigue! -expresó en un tono casi suplicante. El otro niño vio todo lo que pasaba sin hacer ninguna expresión, solo se quedó atento a mis reacciones, yo tomé la verga de Franklin y la sacudí con mis dos manos en una danza frenética, habíamos estado allí por cinco minutos y pronto alguno de los dos seríamos requeridos a competir, entonces Franklin con su mano libre me tomó dulcemente de la nuca y me hundió la pija lo más adentro que pudo sacándola casi al instante para luego repetir al ritmo de nuestros latidos, coloqué mis manos detrás de mi espalda (como esposado) para dejarle hacer libremente lo que quisiera sin ningún obstáculo, sus envites pélvicos en mi boca eran eufóricos pero constantes, logré luego de algo de coordinación sincronizar mi respiración con sus embestidas permitiéndole violarme la boca tanto como quiso. Sin poder soportar un segundo más, su velocidad de follar se incrementó junto a su respiración, hacía dos minutos que había dejado de jugar con mi agujerito para sujetarse a mi nuca con ambas manos y mayor fuerza para desatar así su furia, un espasmo en su pene tras otro lentamente me fueron llenando la boca y en ocasiones la tráquea de una leche más bien liquida pero a una temperatura tal que inocentemente creí que solo le haría falta café y galletas para ser merienda, unos instantes después su pene entraba y salía ...