MI COMPAÑERA DE TRABAJO
Fecha: 09/12/2020,
Categorías:
Hardcore,
Masturbación
Autor: roberto4871, Fuente: xHamster
Me llamo Agustín, tengo 47 años, soy divorciado, trabajo en una entidad bancaria, tengo un cargo jerárquico y; la historia que les narro, es una aventura amorosa y sexual que duró un buen tiempo; aventura en la que me involucré en una relación pasional con una compañera de trabajo, Candelaria, de 29 años, chica comprometida en su vida, pues es una mujer casada. Por lo tanto, se trata de una historia de infidelidad, pues, ella por primera y única vez, le fue infiel a su marido, y fue justamente conmigo.Todo comenzó, cuando fui trasladado a una sucursal nueva del banco, con el cargo de gerente. Por tal motivo, hubo un movimiento también de empleados y además, se contrató personal nuevo. Entre los empleados nuevos, estaba Candelaria, mujer guapísima, que me gustó desde que la vi por primera vez. Como gerente, la puse a trabajar cerca mío, para que sea mi secretaria. Candelaria era muy inteligente, simpática y eficiente en el trabajo asignado. Estaba contento con ella. Pero lo más me atraía de ella, era su belleza. De tez blanca; buena estatura, 1,75m de altura; delgada, 58kg; muy buen cuerpo, esbelta y bien formada; senos pequeños y delicados; linda cola; piernas largas y perfectas; pelo negro, lacio y largo y; un rostro bellísimo, con preciosos ojos azules y una boca muy sensual; Candelaria se llevaba permanentemente las miradas de los otros empleados y de los clientes. Sin dudas, que nunca pasaba desapercibida...era un verdadero bomboncito!!! Lo único que no me gustaba, es ...
... que estaba casada, y parecía llevarse bien con su marido. Siempre seria, respetuosa en el trato y sin perder su simpatía, imponía como un límite, que no dejaba que a quienes nos impactaba su hermosura, nos acercáramos demasiado.Así transcurrieron algunos meses, hasta que un día cualquiera de trabajo, la noté extraña. Le pregunté si le sucedía algo; y ella me dijo que no, que todo estaba bien. Cuando estábamos a punto de retirarnos, después de una dura jornada laboral, la descubrí llorando sola en una oficina. Ahí le dije: "Cande...me mentiste!!! A vos te pasa algo!!! Mírate como estás...llorando desconsolada!!!". Candelaria ya no pudo contenerse y largó todo su llanto. La calmé, le traje un vaso de agua...y entre sollozos, me pedía disculpas por la escena. "¡¡No tienes que disculparte por nada!!! Somos seres humanos, tenemos sentimientos...sólo que me gustaría saber el motivo de tus lágrimas...somos compañeros de trabajo...me gustaría ayudarte!!", le dije. "No se preocupe, señor...son cosas personales...nada importante", me dijo. "¡¡Insisto!!! Dime qué te pasa...tal vez...te ayude sacar a la luz la causa de tu dolor...en ese caso te ofrezco mi oído para escucharte...total, tengo todo el tiempo del mundo!!", le dije, sonriéndole. "¡Oye...te invito a tomar un café así conversamos!!", le ofrecí. Ya mas tranquila, ella aceptó mi invitación. Estuvimos casi toda una tarde aquel día. Me contó que su marido la había engañado, que lo había descubierto con otra mujer...que se habían ...