1. Visitas a mi vecino (Mano a mano)


    Fecha: 20/10/2017, Categorías: Anal Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... efectivamente, Diego dormía profundamente; al menos, en apariencia.
    
    Entonces le indico que se acercara, pero con mucho sigilo.
    
    Y con mucho cuidado, Vicente se situó al otro lado de la cama; y se quedó mirándole, fijamente.
    
    La visión de Dieguito, tumbado en la cama, boca abajo, era toda una provocación.
    
    - Quizás se despierte en algún momento; pensaba Lucas...
    
    Pero, como había visto, que el chico tenía el culo roto cuando estuvo disfrutándolo, antes de que llegara Vicente, permanecía tranquilo.
    
    - ¡Este cabrón!, traga; se decía a si mismo...
    
    ... ¡así que, nos lo vamos a follar... si, o si!
    
    Miró a Vicente, que estaba pendiente de él. Y con gran decisión; y absoluta tranquilidad, tiró de la tela, entre perniles, de los calzoncillos; y dejó al descubierto esa preciosa raja.
    
    Naturalmente, el portero, enseguida se acercó a ver lo que se le ofrecía; y decidió abrirle el culo, lo suficiente, como para poder meterle la lengua; y juguetear con ella...
    
    Luego, levantó la cabeza; y mirando a Lucas, esbozó algunas palabras, sin emitir sonido alguno.
    
    - ¡Que rico está!… ¡Ay!… ¡que rico está, este cabrón!
    
    Volvió a abrirle el culo; y siguió chupándoselo, con verdadera devoción. Aunque, ahora, era, él mismo, quién tenía que encargarse de despejar el camino para saborear ese ojete; porque Lucas, le estaba metiendo la mano bajo el vientre, a ver si conseguía que subiera el culo, en un acto reflejo; y podían sacarle los calzoncillos.
    
    Diego sintió una gran ...
    ... excitación.
    
    - Parece que el tío Lucas quiere pasarlo bien; fue lo que se le pasó por la cabeza…
    
    ... y en el fondo, le gustó la idea.
    
    Sacó el culo; para que esa mano que intentaba colarse bajo su vientre, lo consiguiera. Y permitió que le quitaran los calzoncillos, sin ofrecer la mas mínima resistencia.
    
    Sin embargo...
    
    - ¿Qué hora es?, tío...
    
    Lucas, se sobresaltó…
    
    … pero, enseguida reaccionó. Y vio como Vicente le miraba, con una mueca muy graciosa en la que se veía con claridad su sentimiento de culpa, porque les habían pilláo “in fraganti”.
    
    - ¡Las 20:40!…
    
    - ¡Uffff!… ¡que cansado estoy!
    
    - ¿Tienes que ir al hospital?
    
    - ¡No!… ¡el abuelo no quiere que vaya, por la noche!…
    
    … y, había pensado en quedarme aquí, a dormir. Si no te importa, ¡claro!. Es que no me gusta estar solo en casa.
    
    - ¡Por supuesto!, hijo. Claro, que puedes quedarte… ¡faltaría mas!
    
    Y se dio la vuelta, para ver la cara de su tío…
    
    Lucas, miró al portero, y le presentó..
    
    - ¡Este es Vicente!, un amigo...
    
    - ¡Mucho gusto!, dijo Dieguito, mirándole a los ojos y sonriendo. ¿A Vd., también le gustan los chicos?
    
    - ¡Vaya!…
    
    ... parece que tu sobrino no tiene pelos en la lengua.
    
    ¡Encantado!…
    
    ... pues, tu mismo puedes verlo, chaval... ¿a ti que te parece?
    
    Y, aunque no tenía muchas fuerzas, Dieguito consiguió soltar un par de carcajadas…
    
    Luego, se dio la vuelta; y siguió durmiendo, abandonándose a ese sueño, que le vencía...
    
    Lucas y Vicente, sorprendidos, se ...