LO QUE SE CUENTA UN HERMANO Y SU HERMANA
Fecha: 14/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: frengifo, Fuente: SexoSinTabues
2017. Eran las ocho de la tarde de un sábado del pasado mes de Agosto. Raquel y su hermano Rosendo, abanico en mano, estaban en la puerta de su casa en un barrio de Triana, Sevilla. Comenzaron una conversación que iba a revelar muchos secretos. -¡Ojalá estuviéramos en Galicia, hermana! -¡Galicia! ¡Qué tiempos aquellos, hermano! Solteros y sin compromiso. -Allí perdí la virginidad con la prima Araceli. -Ya lo sabía. Me lo contó un día que me estaba follando. -¡Hostias! Cuenta, cuenta. ¿Cómo empezó tu aventura con la prima? La primera noche que dormimos juntas, la tía Remedios le dijo a Araceli que cerrara la puerta con llave, que el primo Venancio era un poco echado para adelante y no respondía por él. Después de cerrar la puerta, Araceli se desnudó y sin nada encima se echó sobre la cama. Yo me quité la ropa y el sujetador. Me pusé un camisón y me eché a su lado. La verdad fue que aquellas grandes tetas, su bosque de pelo negro rodeando su sexo y el pelo de sus sobacos me excitaran tanto que estaba mojada. Araceli, sin decir una palabra, se dio la vuelta y me besó en los labios, yo, temblando, le devolví el beso. Me acarició las tetas por encima del camisón, y por encima de él me chupó tetas y pezones. Después me lo quitó y me comió las tetas a conciencia, tan a conciencia que no quedó una parte de ellas que no besara, lamiera y chupara. Mas tarde se metió entre mis piernas y me quitó las bragas. Yo ya estaba empapada y con mi clítoris empalmado fuera del capuchón. Pasó su ...
... lengua por mi sexo y unos minutos más tarde me corría en su boca. Dejó parte del flujo de mi corrida sin tragar y con él en la lengua me besó. Me encantó encontrar aquel líquido viscoso y lo tragué con lujuria. Luego me dijo que le hiciera lo mismo que me hiciera ella a mí. Me sorprendí a mi misma excitadísima al sentir sus casi silenciosos gemidos a medida que la iba acercando al orgasmo. Al final cogió mi cabeza con sus manos y moviendo su pelvia se corrió en mi boca. Al terminar me besó para saborear el flujo que aún quedaba en mis labios y en mi boca. Se me escapó un gemido. Araceli me metió dos dedos en el chocho y besándome volvió a hacer que me corriera. ¿Qué te hizo a tí? -A mí me tendió una trampa. Me llevó a una cueva que había en el monte. Allí había un colchón lleno de humedad. Se desnudó y vi lo mismo que viste tú. ¡Un cuerpo de infarto! Le chupé las tetas y le toqué con una mano el chochito. Estaba mojada. Me sacó la polla, se la llevó a la boca y bajándome los pantalones me hizo una mamada. Yo me quité la camisa. Al rato se echaba en el colchón y yo la montaba y la penetraba. Estaba en lo mejor de la faena cuando sentí algo húmedo en la puerta de mi ojete, me volví y vi a Venancio, sonriendo y con la polla en la mano. Pasara lo que pasara yo no iba a parar, además, el Venancio tenía la polla pequeña y delgada. Pero, ¡oh, sorpresa! Si tú te sorprendieras excitándote al comérsela a Araceli, más me sorprendí yo al sentir que me gustaba que Venancio me follara el ...