1. LO QUE SE CUENTA UN HERMANO Y SU HERMANA


    Fecha: 14/12/2020, Categorías: Incesto Autor: frengifo, Fuente: SexoSinTabues

    ... culo. Tanto me gustó que al correrse en mi culo yo me corrí dentro de su hermana, que acabó corréndose con nosotros. -Ya que estamos de confesiones. ¿Cual fue el mejor polvo que echaste, hermano? -El mejor me lo echaron. Me lo echó mamá. -¡¿Mamá?! Cuenta, cuenta. -Fue hace cinco años, en Carnavales. Estaba en el baile de disfraces del barrio. Yo llevaba puesto el disfraz de diablo que me había hecho mamá. Me llamó a bailar una mujer que estaba disfrazada de bruja. Le arrimé cebolleta para saber si era hombre o mujer. Era mujer. Le puse el trato. Asentió con la cabeza. Nos fuimos a mi coche. La besé y me besó. Le meti mano en las tetas y ella me echó mano al bulto que hacía la polla en mi pantalón. Saqué, mis 25 centímetrosa. Sus ojos se abrieron con la sorpresa. Cogí su cabeza y se la llevé hasta mi cipote. Me la chupó. Recliné los asientos, y tumbada hacia atrás, le levanté el vestido y le quité las bragas. Metí mi cabeza entre sus piernas, y fue cuando mamá se quitó la careta y me dijo que ya llegara demasiado lejos, que la perdonara. ¡¿Perdonar, qué? !Me fui a por su chocho peludo y mojado!. No lo esperaba, tan pronto, no. Mamá alcanzó el orgasmo con sólo media docena de lengüetadas. Nunca habia visto, ni creo que llegue a ver, a una mujer correrse con tanta intensididad. De su ...
    ... chocho salía jugo a borbotones. Tragué el que pude, pero aún así dejó el asiento del coche empapado. Después de correrse, como el coche lo tenía en un callejón sin luces, y era casi imposible que nos vieran, mamá subió encima de mí. Me folló como nunca antes me habían follado. Más de veinte veces me llevó al borde de orgasmo y siempre detenía la corrida de la misma manera, apretándome los huevos, sin llegar a hacerme daño. Mamá ya se corriera tres veces cuando sintió que le venía la cuarta, se dio la vuelta. Subí encima de ella. Cuando vio que me iba a correr me dijo que la llenara sin miedo, que ya no se quedaba en estado. ¡Dios que corrida eché! Fue como si echara en una corrida la leche de veinte. Mamá se volvió a correr sintiendo mis últimas gotas llenando su chocho. ¡Fue un polvazo! ¿El mejor que echaste tú con quien fue? -Recuerdo tres: Con un marroquí que andaba vendiendo alfombras. Con tres chica, y con tres chicos. Con el marroquí me corrí tres veces, con los chicos cuatro y con las chicas seis. -¿Me cuentas esas historias dentro de casa? Tengo el pantalón mojado de aguadilla de mi polla y la gente que pasa me lo va a notar -¡Que rica debe estar! -¿Qué? -Nada, nada, vamos para casa. Raquel y Rosendo entraron en casa y siguieron contándose historias en un barrio de Triana, Sevilla. 
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