Atrapado entre gigantas tercera parte
Fecha: 16/12/2020,
Categorías:
Fetichismo
Autor: tupulgarcito38, Fuente: SexoSinTabues
... sin piedad y pronto estuve inmerso en aquella caverna hasta la cintura. Me asfixiaba y comencé a luchar por salir de allí. Mis movimientos debieron de resultar muy placenteros para la gigante, ya que la oí gemir: -OOOOOH, SIIII. SIIIIIII. Me introdujo aún más dentro de aquella inmensa calidez. Apenas me llegaba aire y el poco que me llegaba lo hacía envuelto en el olor del culo de mi amiga. Afortunadamente estaba limpio y el olor no era demasiado intenso, pero parecía penetrarme hasta las entrañas. Continué luchando contra el abrazo mortal de aquellas nalgas mientras Jennifer seguía gimiendo y jadeando. Cuando creí que me desmayaba por la ausencia de oxígeno la gigante, como si lo hubiera sabido, comenzó un movimiento de vaivén conmigo, metiéndome y sacándome rítmicamente. A pesar de que estaba a punto de morir, sólo se me ocurrió pensar en el hecho de que me estaba follando el culo de mi compañera sin comerlo ni beberlo, y, lo que es peor, con todo mi cuerpo. Mientras me utilizaba como consolador, la gigante empezó a masturbarse de nuevo con su vibrador. El proceso continuó durante lo que me parecieron horas enteras. Al fin Jennifer debió terminar (era imposible saberlo desde mi posición) y paró aquel espantoso movimiento. Me puso frente a su cara, aún sacudida por espasmos de placer. -Ha sido increíble, pequeño –suspiró y se relajó aún más. Luego señaló la cama-. Mira cómo he puesto la colcha –en efecto, un gran charco de jugos destacaba sobre la ropa de la cama-. Habrá ...
... que limpiarlo ¿no crees? Su gigantesca mano me llevó junto al charco. Era increíble que, corriéndose por segunda vez en poco más de media hora, se hubiese mojado tanto. Me colocó de forma que mi cara quedaba a escasos milímetros de sus jugos. -¡VAMOS GUSANO! ¡BÉBETELO! ¡AHORA! Vacilé. Nunca en mi vida había gustado el jugo de una mujer. Jennifer entonces hundió mi cabeza en el blanco fluido. Tuve que empezar a tragar el espeso jugo amoroso de mi amiga. Sentí su sabor salobre y salado. la gigante me dejó salir a respirar un instante e inmediatamente volvió a sumergirme en el jugo. No paró hasta que me lo hube bebido todo. Luego me hizo lamer hasta la última gota que quedaba en la colcha. Al fin me elevó hacia su rostro satisfecho. -Así me gusta, pequeño. ¿A qué te ha gustado? Así lo espero por ti porque lo vamos a repetir, JAJAJAJAJA. Así fue, en efecto. Durante el resto de la tarde volvió a obligarme a masturbarla y de nuevo me usó para follarse el culo varias veces. En todas ellas tuve que beberme sus jugos después de que se exitara. No podía explicarme cómo podía tener tanto aguante para el sexo. Al fin, tras la cuarta o quinta corrida, me dijo: -Bueno pequeñín. Va siendo hora de irse a la cama. Tengo que ver dónde te pongo. Por mí dormirías dentro de mis colales, junto a mi vagina, para tenerla humeda toda la noche, pero no quiero arriesgarme a que te escapes otra vez mientras estoy dormida. Así que tendré que pensar otra cosa. Por fin mirando en su armario encontró lo que ...