1. La mujer más fiel del mundo


    Fecha: 18/12/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ello, el chico le caía bien y no podía negar que aunque solo fuera un niñato de veinte años fantaseaba con follárselo. Es que era tan guapo, tenía ese cuerpo tan perfecto y su natural doble personalidad le resultaba tan atractiva. Laura espiaba al amigo de su hijo a hurtadillas para contemplar mejor su cuerpo. Se dio cuenta de que se estaba obsesionando, pero le quitó hierro al asunto pensando que es natural que una mujer se sienta atraída por un chico mono. Al fin y al cabo, al casarse no se pierde la vista y hasta ahora nadie ha conseguido penetrar en la mente de otra persona, por lo que en nuestros pensamientos somos libres de hacer cualquier fechoría. Desde luego que no pensaba llevar sus fantasías a la realidad. Ella amaba a Fernando y no iba a tirar por la borda más de veinte años de relación por un calentón.
    
    A Carlos no le habían pasado inadvertidas las miradas que le lanzaba la madre de su amigo. Sabía que obviamente no iba a pasar nada entre ellos, pero Laura ya se había convertido en la musa de sus pajas y el joven aprovechaba cualquier oportunidad para rozar el cuerpo maduro de la ama de casa pueblerina y para mirarle el escote. Esos pechos maduros, grandes y apetecibles. Se moría por tocarlos y por jugar con ellos. Se preguntaba como sería Laura en la cama. Seguramente sería una antigua, pero solo por la edad ya debía de tener experiencia, aunque fuese solo con su marido. Pero tenía pinta de insatisfecha. El problema es que ...
    ... parecías ser una insatisfecha abnegada y fiel. A Carlos le encantaban los retos y él tenía 23 buenas razones para convencer a la mujer más fiel del mundo de que dejara de serlo.
    
    Cuando Laura le contó a su amiga Consuelo el sueño en el que se tiraba a Carlos sobre la mesa del comedor de su casa frente a su marido y sus hijos, ésta le aconsejó que la llevase a la realidad(eliminando del sueño a los espectadores, por supuesto). Pero para nuestra protagonista, los cuernos era una palabra que no estaba incluida en su vocabulario. Resignada a que su amiga era tonta de nacimiento, Consuelo logró convencerla de que al menos tontease un poco con el joven para averiguar si aún era una mujer deseada. Laura se encontraba sumergida en su bañera escuchando arreglarse para salir a su hijo y al amigo de éste, cuando decidió llevar a cabo los consejos de su amiga. Su opinión sobre la castidad seguía intacta, pero se moría por saber si el deseo era recíproco. Si aquel desgraciado intentaba llegar más lejos de lo que debía, ya sabría ella como pararle los pies. Se puso los pantalones y se quedó en sujetador con el pelo mojado. Su marido no estaba en casa y su hijo se encontraba en el otro baño. Laura llamó a Carlos y le dijo que hacerse una cresta en el pelo era una horterada y que si dejaba que ella lo peinase a su gusto. Carlos accedió y entró al baño. Al ver a la madre de su amigo en sujetador, su polla comenzó a crecer dentro de su pantalón.
    
    CONTINUARÁ... 
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