1. Mi hermano Juan


    Fecha: 18/12/2020, Categorías: Incesto Autor: AdelitadeLesbos, Fuente: SexoSinTabues

    ... aquella noche, ya en mi habitación, me masturbé con una ansiedad indescriptible hasta que quedé dormida de placer y agotamiento. El siguiente fin de semana volvió a aparecer mi hermano por casa y, cosa rara en él, propuso a mis padres que se fuesen al cine el sábado por la noche puesto que él cuidaría de mí. Dio la casualidad que ponían una película que mi padre tenía ganas de ver y, ya que no salían muy a menudo, aceptaron encantados la propuesta. Para mí, después de lo sucedido la semana anterior, estaban muy claras sus intenciones, pero, aunque no me atraía sexualmente, siempre le había admirado y haría cualquier cosa que me pidiese. Después de recordarnos a mi hermano y a mí que tenía que estar en la cama a las once y media como muy tarde, mis padres se fueron dejándonos solos con nuestras fantasías. Me fui directamente a mi cuarto y, sospechando que al poco rato iría mi hermano con claras y evidentes intenciones sexuales, decidí facilitarle un poco las cosas. Me cambié de ropa, me quité el sujetador y me puse una blusa suelta y levemente transparente, lo justo para que mis pezones se intuyesen tras la seda; cambié mis braguitas de colegiala por un bonito tanga ajustado que tenía para ocasiones especiales, y mis vaqueros por una mini falda vaporosa; me descalcé, ordené los cojines de la cama y allí me senté con un libro esperando a que él apareciera. Como sospechaba, al cabo de un buen rato, llamó a la puerta preguntándome si podía pasar, le dije que por supuesto y que ...
    ... se sentase en la cama, a mi derecha, que es donde había colocado los cojines, y charlaríamos un rato. Noté su evidente nerviosismo al verme tan ligera de ropa, pero lo disimuló y empezó la típica conversación banal sobre los estudios. Subí y doble las rodillas para que mi falda se remangase y mostrase mis muslos en toda su integridad, y dejé caer descuidadamente mi pierna sobre la de mi hermano, de tal manera que pudiese ver claramente mi bonito tanga que apenas tapaba el monte de Venus. Evidentemente la situación no era fácil para él, pero en un momento de valentía, puso su mano sobre mi pierna. Como pasaba el tiempo, mi hermano no se atrevía y yo estaba decidida a disfrutar el máximo posible antes de que volviesen mis padres, tomé la iniciativa; cogí la mano de mi hermano que estaba sobre la pierna y la puse sobre mi vulva. Después de eso, Juan se lanzó de lleno a los placeres de la carne. Me besó lujuriosamente mientras introducía sus dedos en mi vagina. Yo le toqué el miembro grande y duro que se intuía tras el pantalón. Quise sacárselo, pero mi inexperiencia lo complicó bastante; pero él se dio cuenta y me facilitó el trabajo desnudándose completamente y desnudándome a mí. Su polla era preciosa, quizás más pequeña que la del padre de Laura, pero dura y vigorosa como un roble. Tenía muchas ganas de chupársela, nunca había tenido un pene en mi boca y me apetecía muchísimo, así que fui hacia él y me lo introduje hasta la garganta. ¡Qué placer! mi boca era como una vagina, la ...