Un juego no tan inocente y peligroso
Fecha: 22/12/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... sexual pervertida e imaginativa y no tenía derecho a quejarme, además siempre estaba el temor latente de que pudiera chantajearme contándole todo a su madre así que me orinó encima al menos unas 10 veces, yo por mi parte, me contentaba con que me chupara las chiches o lamiera mi vagina, no le gustaba mucho hacerlo pero le hacía ver que era favor con favor, y que si quería que yo accediera a algo ella tendría que hacer lo mismo, pero eso no era todo, la interacción con la sociedad se volvió difícil, cuando iba a recoger al chepe a la escuela tenía la impresión de que todas las mamás que esperaban a sus hijos me veían inquiridoramente, imaginaba que todas sabían lo que hacía con una menor de edad o que Ximena pudiese haber contado lo nuestro Pero las cosas se empezaron a poner de verdad complicadas cuando en su escuela, la maestra le encontró a Ximena en su cuaderno, el dibujo de una mujer desnuda, no hacía falta mucho para imaginar que esa mujer era yo y se lo enseñó a su mamá y ella a mi mamá, y aunque nunca me acusó de nada directamente, la relación entre ambas familias se desgastó mucho, obviamente, las visitas de xime cesaron por completo y doña Nati no volvió a pedirnos algún favor, para colmo, según su mamá xime había presentado ligeras molestias en sus genitales, lo cual era normal, pues según investigué en el internet, los órganos sexuales de una niña no están aun capacitados para ser manipulados sexualmente, en otras palabras, si se forza la vagina de una niña pequeña ...
... a tener orgasmos puede traer otras complicaciones físicas, me asusté mucho, para mi buena suerte, la doctora que atendió a xime al parecer no acertó en su diagnostico, si no, en menudo problema me meto, mi mamá tampoco me acusó de nada pero me dijo que yo había tenido la culpa por hacer cosas buenas que parecieran malas y me prohibió volver a recibir a la niña, traté de no extrañar a mi xime, pero me había acostumbrado en poco tiempo a sus visitas, sin embargo, imaginé que había sido lo mejor, aquello había sido un episodio sumamente amargo, perverso y extraño en mi vida, pero al mismo tiempo, no me arrepentía de haber experimentado esa increíble aventura, me tranquilizaba darme cuenta que en el fondo no era lesbiana, ya que a pesar de todo lo vivido, no me sentía sexualmente atraída por ninguna mujer, así las cosas hasta que finalmente 2 meses después de la última vez que había estado con Ximena, me enteré que a su papá lo habían cambiado de destino en su trabajo y aprovechando las vacaciones de verano en las escuelas se mudarían a otra ciudad en pocos días, sentí alivio, sin la niña cerca pronto olvidaría ese raro episodio, pero obviamente la niña no se iría tan tranquila, no sin intentarlo una última vez, así que, una tarde, nuevamente lavando los trastes justo como todo había empezado, Xime trepó por unas cajas y muebles que estaban en su patio y asomándose por encima de la barda, me llamó en voz baja, me puse nerviosa que alguien nos viera, no quería más problemas, pero ...