Un juego no tan inocente y peligroso
Fecha: 22/12/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... sospechar que algo raro ocurría, y fue a partir en una ocasión, en la que yo estuve fuera casi todo el día, yo no me enteré hasta días después, pero la tonta de Ximena fue a mi casa buscándome hasta tres veces ese mismo día, y lógicamente, mama empezó a cuestionarse el porqué esa niña de 9 años buscaba a una chica mucho mayor tan insistentemente, porque después de todo, ¿a que tanto puede jugar una niña de 9 años con una mujer de 18? Entendí que las cosas se empezaban a salir de control, durante ese lapso, las cosas entre Xime y yo habían evolucionado en lo sexual drásticamente, tragarme sus escupitajos se habían vuelto una especia de pacto suicida entre las dos (recuerdo que en una sola tarde llegó a hacerlo hasta 7 veces), por su parte, ella me correspondía chupándome mis tetas, mientras me masturbaba, le enseñé a hacer sexo oral pero parecía no agradarle mucho, y yo, no muy convencida también se lo hice, me sorprendió darme que cuenta que el sabor de su panocha no era tan desagradable como imaginaba, pero igual no sabía bien, tenía un sabor agrio y picante, era soportable pero no placentero, recuerdo en una ocasión en que yo se lo practicaba a ella, como era muy pequeña, obviamente no sabía controlar sus órganos así que, en su confusión lanzó un pequeño chorro de orina que me cayó en la boca tragándome su chis por completo, fue asqueroso pero no me afectó demasiado ya que la cantidad ingerida había sido mínima (por cierto, la orina sabe como a mostaza) sin embarco, Ximena ...
... se había dado cuenta de lo sucedido y aquello parecía haberle excitado mucho mas de la cuenta, y debí haberlo adivinado, como un hecho natural de los escupitajos pasó a cosas mayores, era lo lógico y solo era cuestión de tiempo, no tardó en pedirme que me tragara sus orines, de ninguna manera haría eso, lo que había pasado fue solo un accidente y no lo haría de nuevo. Me insistió por días hasta que finalmente accedí a medias, pero me negué rotundamente a tragarme su pipí de nuevo, lo más que pude ofrecerle para tenerla tranquila fue dejar que me orinara encima, (supongo que la idea le obsesionaba) la pequeña puta era afortunada, ni a mi novio se lo hubiera permitido nunca aunque me lo hubiera pedido, y ella lo haría sin ningún merecimiento, me sentía baja y sucia, aquello me parecía degradante y enfermizo, pero Xime satisfacía un lado mío perverso y desconocido hasta entonces, nos metíamos al baño, me sentaba en la regadera y ella orinaba encima de mí, lo hacía en mis pechos, en mi estomago o en mi cocho, no era lindo ni placentero, el líquido es sumamente caliente e irrita la piel, además era repugnante, me dejaba toda pegajosa, la idea de orinar en mi boca obviamente surgió de ella, y no se por qué razón se le metió en la cabeza hacerlo, ignoro qué placer podía haber en el poder hacer eso, pero no había discusión, eso no pasaría jamás, ya bastante había hecho sometiéndome a sus aberrantes caprichos, aunque nuevamente admito que era por culpa mía, había creado una monstruita ...