1. Inicio Precoz en el Campo (tercera parte)


    Fecha: 24/12/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... y envolviéndome en la toalla me cargó en brazos. Pensé que íbamos al galpón, pero me llevó al puesto (su casa), y allí me secó y poniendo un cuero de oveja sobre la mesa me ubicó allí en arrodillado en cuatro patas con la cola para afuera. Acercó una silla y se sentó quedando a la altura de mi cola, yo sentía su respiración en mis nalgas mientras él volvía a secar cuidadosamente toda mi cola, mis huevitos y la pijita que estaba dura a más no poder. - Esto te va a gustar - me dijo a la vez que con cada mano me separaba los cachetes de la cola. Una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo cuando sentí su lengua haciendo suaves círculos en el anillo de mi ano. Era un placer indescriptible, la mezcla de la suavidad de su lengua en mi agujerito con el contraste de su incipiente barba raspando mis cachetes me resultaban terriblemente erotizante. Alternaba suaves lamidas con fuertes chupones generándome oleadas de sensaciones diferentes y me enseñaba a relajar el anillo cuando su lengua en punta entraba unos milímetros en mi cola. De a ratos abandonaba mi agujerito para lamer mis bolitas o metérselas ambas en su boca chupando fuerte a la vez que las recorría en círculos con su lengua, No desatendía tampoco mi pitito al que chupaba o masturbaba a su antojo para luego volver de repente a mi cola provocándome gemidos de puro gusto. Con mi pecho apoyado en el cuero de oveja, los ojos cerrados para sentir mejor disfruté de esa chupada de culo por largo rato ya que su lengua ...
    ... parecía incansable. Luego me dejó sólo para ir a buscar vaselina, que tenía en cantidad ya que se usaba para algunas curaciones en el ganado. Con suavidad comenzó a untarme el ano explicándome que quería que mi culito le "chupara el dedo", la presión que hacía resultaba agradable pero no forzaba su entrada, él insistía que si yo lo abría, con la ayuda de la vaselina el dedo entraría sólo. Y así fue, sólo que la sensación no fue placentera. Al sentirlo entrar mi culito se cerró por reflejo y sentí como un ardor. Vicente me calmaba acariciando mi pijita y diciéndome que en la medida que me metiera más vaselina, mi culito se iba a acostumbrar a que entrara su dedo. "Lo mismo que con tu garganta que se resistía a que entrara mi pija y ahora no le molesta. ¿entendés?" La tenía clara. Más vaselina y más meter y sacar el dedo, cada vez más profundo, y la molesta comenzó a ceder y cierto gozo aparecía cuando presionaba ciertas partes dentro de mí. Con mucha paciencia continuó entrando y saliendo de mi culito , cambiando mi posición cuando me cansaba y aprovechó ese tiempo para explicarme lo que era "coger". Así me vine a enterar que pretendía llegar a meter su pija en mi culito, no me fue difícil deducir que eso me dolería y se lo dije. Me dijo que sí, que me iba a doler al principio hasta que mi culito lograra estirarse para que no me molestara que me la meta y usó un argumento que me dejó pensando: "Cuando crezcas quizás te guste coger con mujeres y no necesites tener el culito ...
«1234...»