Virgen y Cuarentona
Fecha: 21/10/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... tetas, tomándome mi tiempo al lamer, al chupar, al mamar, al magrear... De vez en cuando, Mucha, me cogía la verga y me la meneba al mismo tiempo que echaba la otra mano a mi nuca y llevaba mi boca a la suya para pegarme unos largos y apasionados morreos... Cuando estaba a punto de correrse, le pregunté:-¿Quieres correrte otra vez en mi boca, gacelita?-Quiero que te pongas un condón y me metas tu verga.No le hice caso. Comencé a comerle el coño. La punta de mi lengua se deslizó suavemente sobre el capuchón de su clítoris durante un par de minutos. El glande asomó timidamente. Desplacé con dos dedos el capuchón hacia atras y apareció el glande en todo su esplendor. Medía unos 4 por 4 milímetros. Lo lamí suavemente. Mucha, gemía sin parar... Al rato, se cogió las tetas, las apretó y elevó su culo unos 20 centímetros sobre la mesa. Supe que se iba a correr. Le cogí el culo con las manos, apreté mi lengua contra su clítoris y se lo lamí de abajo arriba con rapidez.-¡Me corro, Quique, me cooooooooro!Fue una corrida larga y dulce, muy dulce, sus gemidos eran como susurros y su cuerpo tiritó como si tuviese frío.Su mirada, después de haber gozado, era la mirada de una enamorada mirando a su amado. Ahora fue ella la que me aduló a mí.-Eres mejor amante de lo que decían. Estar contigo es como estar en otro mundo. Me encantó el modo de comérmela.-Y a mi me encantó que te encantara.Nos besamos, y entre beso y beso, volvió la curiosa.-¿Quiénes era el chaval y la hermana?-No te rindes, ...
... cariño.-Después de lo que hicimos juntos no debería haber secretos entre nosotros.-Te daré una pista. Su madre es pescantina.-Sólo hay una... ¡No! Si es preciosa y tiene un cuerpo perfecto, y su hermano... ¡Puuuuuuuuf! Ya tengo ganas otra vez. ¿Te la follaste?-Sí.-¿Y a la pescantina?-Sin comentarios.-¡Cabronazo afortunado!Le comencé a masturbar de nuevo el coño empapado.-Cierra los ojos y piensa en él, en ella y en la madre.Dicho y hecho. Mucha cerró los ojos. Echó otra vez las manos a las tetas y se comenzó a magrear. Diez o doce minutos más tarde de besos y de caricias, su respiración comenzó a acelerarse. En sus pensamientos... ¿Se la estaría comiendo a la zorrita? ¿Se la estaría comiendo a la pescantina? ¿Se la estaría chupando al mariconcito? ¿Se la estarían comiendo a ella? Le pregunté:-¿Quieres que vuelva a beber de ti, cielo?-¡Si, tigre mío, sí, sí, sí, y mil veces sí!La había engañado, no iba a beber de ella. Le puse la cabeza de la verga en la entrada del ojete y la moví alrededor.Su voz tenía tono dulce, cuando me dijo:-Tramposo.Se la metí hasta la mitad. Veía como su coño se abría y se cerraba. La metí hasta el fondo y le di por culo, le di bien dado. Dos dedos de su mano derecha se posaron en el clítoris. Le quité la mano, se la quité una y otra vez, hasta siete veces se la quité, y cada vez que se la apartaba, su coño soltaba jugo. Al rato largo le saqué la verga del culo y puse la punta en la entrada de su vagina.Se alarmó.-¡Ponte el condón!De un golpe de riñón ...