1. Confesiones de la Titi


    Fecha: 29/12/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... embestidas por el fondo de arena, donde quedé medio enterrada, arando el fondo con mis tetotitas aplastadas, y ahí empezó a sacudirme con furia y a medida que ese taladro infernal se me enterraba, me iba hundiendo más en el fondo de arena. La pijotasa me abría y me entraba ensanchándome las entrañas como jamás una pijota me lo había hecho, y eso que tengo la conchitota blanda y abierta por las pijotas que me metían, y tuve algunas espantosas, pero sentí que esta era más gruesota que ninguna. Pensé que me iba a destrozar la concha porque esa monstruosa pijotasa no me cabía, me parecía que me estaba dilatando como si fuera a parir un nene, pero empecé a sentir que mi cuerpito blandito la alojaba y yo me abría por dentro para alojármela, y ya nada me importó sino ser capaz de recibirla toda adentro mío. Embistiéndome a lo bestia, me arrastraba clavada, ensartada, contra el fondo, haciéndome dejar un surco en la arena del fondo enturbiando el agua, y comencé a sentir que su descomunal pijota me estaba llenando las entrañas. Sentí la leche caliente que me tiró y me puso más puta que nunca. Siempre adoré sentir que me regalaban leches en mis entrañas. Después, cuando me sacó del agua y se la pude ver, me di cuenta que era puntuda en la cabezota y se le iba haciendo más gorda hasta que al llegarle a los enormes huevotes, tenía más de 8 centímetros de gruesa. Espantosa. Pero eso lo supe después, cuando ya era su Putita. Me embestía como un torpedo, la pijota monstruosa se me estaba ...
    ... incrustando casi hasta debajo de las costillas y no paraba de sacudirme, tragué arena y sentía que me mataba, mi tierna conchasita estaba destruida y abierta como un caño, y pensé que me desfondaba. Pero yo quería esa descomunal pija. Cuando yo ya creía que estaba partida como un melón y mi puto cuerpito no tenía más hueco para alojar esa pija del infierno, ensartada y sacrificada como una diosa de las putas, el machote me desenterró del fondo, siempre clavada por su pija, y me llevó hacia la superficie, empalada, atornillada y sin poder ni moverme, para que respirara. Taladrada así, ya en la superficie, abrí mi bocuchita desesperada tragando aire unos instantes, pero en seguida me arrastró de nuevo al fondo del mar y me clavó su pijota a fondo otra vez contra la arena, donde empezó a sacudirme como una bolsa, y supe que me iba a vaciar esos huevotes de elefante adentro de mi cuerpito de pendejita puta de 55 años. Me amasijó, me reventó, me desfondó sin piedad, yo ya no tenía aire y pensé: “Titi, puta del infierno, encontraste lo que querías, te está matando a pijazos, gozala porque en toda tu vida no vas a tener una pijotasa como esta, no te va a perdonar ni un centímetro y vas a recibirla como sea, la última pija de tu vida, te va a matar, pero así querías: morir llena de pija!” Me hinchó las entrañas su acabada colosal, sentí cómo se me acababa y se vaciaba adentro y me inflaba de lechota, sin dejar de amasijarme enterrada en el fondo, en instantes me tiró otro acabotaso de ...
«1234...»