1. Confesiones de la Titi


    Fecha: 29/12/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... monstruo y por fin, siempre ensartada como si fuéramos uno solo, me llevó a la superficie y respiré antes de casi desmayarme así empijotada, recién entonces me desenterró la pija de mi cuerpito, sacándome para afuera parte de mis entrañitas porque la tenía tan enterrada que no se me salía. Entonces por fin le pude ver la espantosa pijotasa que me había cojido, todavía al repalo y chorreando acabada que blanqueaba el agua. Valía la pena verla antes de morir abierta al medio como la terrible putita que siempre había sido. Estaba reventada por dentro y no me importaba morir llena de pija y acabadas, pero me arrastró de los pelos hasta donde pude hacer pie en la arena del fondo y me dejó ahí, sentada en el fondo y medio hundida entre las olas, donde me pude reponer y tomar aire sentar para no ahogarme. Estaba completamente en bolas, mi tanguita y mi corpiñito se los habían llevado las olas, y ya había gente en la playa, así que no podía salir del agua así desnuda y con la terrible cara de acabada que debía tener. Siempre, cuando cojía a lo bestia, todos me decían que quedaba con una terrible cara de puta acabada, lo que generalmente hacía que se calentaran más y me siguieran cojiendo hasta que me desmayaba. Muy puta reputa. El macho entonces me soltó y mirándome a los ojos, me dijo: “Sos divina, putita del infierno, ya sé que sos la Titi, sos famosa acá, y a vos te gusta la pija! Andá, reponete y volvé mañana, que te voy a clavar pija por culo! Mañana te agarro otra vez!”, y me ...
    ... dejó y se alejó nadando. Quedé como sonámbula sentada en medio de las olas que me lamían las tetotitas y me refrescaban la conchasita destruida y ardiendo como fuego. A pesar de estar hecha remierda, no podía salir así del mar. Me tuve que quedar todo el día semi sumergida haciéndome la que nadaba un poco, hasta que por fin al atardecer la gente se fue de la playa y pude salir, arrastrándome por la arena dejando un surco con mis tetotitas raspadas, hasta que me metí en unos yuyos en el médano más cercano, y ahí me desmayé. Pasé la noche ahí tirada, sin fuerzas para moverme, hasta que amaneció y me repuse un poco. Tenía que llegar a mi casita para descansar y revivir, así que medio arrastrándome y medio caminando, alcancé a entrar en mi casita, eché llave y me tiré en el suelo sin poder llegar a mi cama. Me dormí en segundos, y soñé con esa pija monstruosa que se me incrustaba una y otra vez, en sueños gritaba y en momentos me despertaba aullando en la noche, pero volvía a caer en el sueño y de nuevo esa pija espantosa me cojía y me volvía a coger. Desperté pasado el mediodía, me duché –todavía estaba llena de las acabadas de caballo que había recibido-, comí algo y decidí volver al mar a ver si el macho estaba allí esperándome. Y estaba. Me vio y me hizo señas de meterme en el mar. Lo hice, quería sentirme de nuevo llena de esa pija de monstruo y gozarla más. El macho era enorme y peludo, medía casi dos metros y la pija pasaba los 25 centímetros de larga, más gruesa que mi ...
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