El despertar del mal.
Fecha: 29/12/2020,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... de sus labios. ― Aunque no lo creas, realmente voy a disfrutar hacértelo..-hizo de este modo una pausa ―De esta no escaparéis – decía, se había detenido por un instante, estableciendo contacto visual con su presa, que permanecía quieta, en guarda ante cualquier movimiento del cazador. Y por un momento ambas miradas se enfrentaron; Aquellas verdosas pupilas parecían brillar intensamente y penetrar la espesura nocturno. La cicatriz blanca , formaba en el labio inferior del cazador una expresión de crueldad, un dibujo de proporciones turbias, y los abismos de su alma a la demonia fueron revelados, dándose ahora cuenta de sus más tenebrosos pensamientos e intenciones...y temió. A pesar del frío de esa noche de invierno, no era para que ella tiritase como en ese momento lo hacía, sin embargo hizo un esfuerzo para preservar la compostura;
―A veces decís las cosas más dulces..- pronunció la mujer, expresando su más sincero sarcasmo, del mismo modo en que sus manos se posicionaban a la empuñadura de su espada que enfundaba a su izquierda.
―¡Es suficiente!, ¡Hablad cuanto podáis! -exclamó Walter, molesto ―¡Lo primero que haré será arrancar esa lengua de tu maldita boca! – y más que simple enfado, era la ira y el fervor de su sangre lo que emanaba de su fiera garganta ―¡No olvido que es por vuestra culpa le han puesto vuestro precio a mi cabeza! ¡Esta sí que os la cobraré caro!
―¡Oh, pero cuanto lo siento! – se burlaba la rubia.
―¡Callaos, puta! ¡Primero os mataré y luego ...
... os follaré! – vociferó, al tiempo en que igualmente sostenía en alto su arma y adoptaba una postura ofensiva.
―Pues entonces, vamos...¡Venid a mis brazos!.- con la zurda invitaba así al enemigo que se acercase, mientras que con la diestra preparaba ya para desenfundar su sable.
Dando por aceptado dicho desafío; Con vehemente furia aceleró su paso y con gran fuerza el mercenario arremetió contra su presa, yéndose velozmente sobre ella en un corte descendente;
―¡Os cortaré en pedazos y se los echaré a los perros para que os coman!– Anunciaba el cazador de demonios, quien se hallaba enfurecido.
―No sabéis cuánto me abrumas...- Mismo corte que fue bloqueado por la dama en un movimiento de abajo hacia arriba, quien con apresuro había desenfundado su arma, al mismo tiempo que retrasaba su pie izquierdo , quedando así de lado, en una postura que bien podría conocerse como "avanzada" o "triangular", su costado izquierdo y desprotegido era expuesto así a su enemigo: acto que no dudó en aprovechar para acortar más su distancia y culminar con un fuerte empuje con la cadera, obligando al cazador a retroceder, soltando así una de las manos de la empuñadura de su arma, más el agarre de su sable no aflojó:
―¡Los cuervos despedazarán lo que quede de vuestro horrible cadáver! ¡Los insectos se alimentarán de vuestros ojos y los gusanos devorarán vuestro sucio coño!!..
―¡Parad, que me acaloráis.! ―se burlaba la demonia, quien socarrona sonreía. Más por la peligrosa cercanía con ...