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Días después con Nicolás, hermano de mi novia.
Fecha: 03/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... advirtió que no le contara a Jimena porque tal vez lo aventaba con sus padres, pero yo no era tan tonto como para decirle a ella que me iba a ver solo con su hermano, entre más secreto fuera, mucho mejor. Así meduché y arreglé rápido nuevamente, salí en silencio para no despertar a mis padres y tomé un taxi hacia su casa. Todo el trayecto iba con el corazón a mil. Me sentía muy ansioso y feliz, excitado, caliente de estar a solas y nuestras anchas con él. Cuando llegué, él estaba con unas pantalonetas cortos y una camiseta blanca similar a la que tenía ese día y descalzo, pura ropa de casa. Entré y nos dirigimos a la cocina donde tenía un parlante con música a volumen medio y un sixpack de cerveza, del cual me pasó una y nos sentamos a hablar en el mesón. Estuvimos un rato largo ahí, hablando de todo: fútbol, política, etc. Cuando cada uno terminaba su tercera cerveza, me dijo que iba al baño a mear así que lo esperé ahí mismo. Luego volvió y a mí me entraron ganas también de ir al baño, por lo que fui. Oriné, y luego de lavarme las manos, me quedé viendo frente al espejo y pensando cuál sería el siguiente paso para irnos a la cama. Él tomó la iniciativa de invitarme a su casa y tal vez esperaba que yo diera el siguiente paso, el paso importante como la noche de la finca. Salí del baño y me dirigí de nuevo a la cocina, me senté, hablamos un poco más para luego decirle que hacía algo de frío ahí abajo donde estábamos, además de lamentarme porque se había acabado la cerveza. ...
... Él se rió, se levantó y sacó de un cajón de la cocina media botella de whiskey. Me dijo vamos arriba que tengo la computadora para poner la música ahí y de paso no aguantamos frío. Yo no tuve que decir nada, simplemente me levanté feliz y nos dirigimos a su habitación. Era un cuarto muy lindo la verdad, pocas veces había entrado ahí; una cama semi doble con el espaldar hacia la ventana, escritorio grande con libros y su computadora, ropa en la silla y algunas prendas en el suelo. Se sentó en la silla del escritorio mientras ponía una canción, y yo servía dos tragos de whiskey: uno para cada uno. Agarré mi vaso y me senté en el borde de la cama mientras hablábamos. Así poco a poco nos fuimos bajando el trago de la botella, que se sumaba ya a las cervezas que habíamos tomado antes y empezábamos a prendernos. Esto me gustaba porque sé que en ese estado las personas suelen ser más abiertas y directas, también calientes, fue algo que confirmé la primera noche que estuvimos juntos. Y así fue, el tema nuevamente volvió a ser el sexo, no tardé mucho en atreverme a mencionar lo que había pasado antes, tenía que arriesgarme y ser directo. Él parecía que no se esperara que lo dijera en ese momento pero igual lo tomó con calma. Desde la silla donde estaba me dijo que fue cosa de los dos y que a ambos nos había gustado. Yo no pude evitar ver su bulto que estaba creciendo en sus pantalonetas. Le dije que cuando a uno le gustan las cosas las repite, él no dijo nada pero sí se rió. Se levantó ...