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CON PERSEO EN ALTAMAR
Fecha: 03/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... acariciado por aquellas manos de hombres escogidos para tal tarea; fue reclinado en una superficie rocosa que se miraba tenía la forma de una alfombra de piedra y que era recorrida por una corriente de agua termal que aprovechaban para frotar con ella cada milímetro del cuerpo de Perseo y de esta forma dar un leve masaje a sus partes íntimas al mismo tiempo. Perseo notó que todos los que lo asistían en su baño eran hombres jóvenes, más o menos de su edad, algunos de ellos los había visto que llegaron con sus mujeres e hijos para ser bendecidos y ahora acudían allí ellos solos. Luego del baño, en la orilla de la pileta natural; el cuerpo de Perseo fue escurrido con unos cuchillos elaborados con hueso y jade que escurrían de su cuerpo el agua que estaba adherida a ella y estas gotas eran depositadas en unos cuencos de mármol y al estar llenos eran tapados y entregados al gran Jefe. Luego de escurrir esta agua, los aldeanos que dieron el baño a Perseo comenzaron a utilizar sus bocas para succionar cualquier gota de agua que hubiera quedado, teniendo el cuidado de nunca pegar su lengua a su piel. A medida esto ocurría el Supremo Sacerdote de los aldeanos entonaba cantos en la lengua de la estatua de Perseo en la cual explicaba que esas bocas eran ungidas con las gotas sagradas que se posaron en el cuerpo del hijo del Padre de Todos los Dioses y comprendió que no era una ceremonia cualquiera, era la absorción de la bendición para ser viril y procrear hijos fuertes y sanos. La ...
... veintena de muchachos, unos más jóvenes que otros; luego de dejar el cuerpo de Perseo sin una gota de agua en sobre su piel, se formaron frente a él y fue cuando el Jefe de los aldeanos se le acercó y le indicó que tenía que escoger uno para depositar en el su sagrada semilla para que al estar él fuera de la Isla como había indicado su estatua esta semilla depositada los protegería de todo mal a través de la descendencia de aquel muchacho. Perseo no podía saber que ocurría con su cuerpo, pero desde que fue bendecido por la estatua su cuerpo permanecía con una erección casi constante y cada líquido que era emanado de su verga era absorbido por uno de los hombres de la tribu y en ocasiones instaban a su hermano, su primo y a su amigo a que fueran ellos los que tomaran esa esencia sagrada. Perseo noto que entre el grupo de aldeanos, había uno de ellos que era muy particular en su forma de moverse; lo hacía con la gracia de los felinos, lento y firme a la vez, su cuerpo era una obra de arte tal que, en cada movimiento se notaba cada fibra de sus músculos y sus ojos transmitían paz y sinceridad. Perseo esa tarde cuando ya había tomado sus alimentos fue conducido a su lecho y allí se encontraban todos los aldeanos, incluidos sus 4 amigos y él sabía que en ese momento él tenía que escoger a quien transmitir su semilla. No lo dudo, escogió al chico aquel y el Jefe al mirar que Perseo le señaló dijo: Tu eres el elegido a portar la semilla sagrada del hijo de nuestro Dios, ven, pasa y ...