1. Una buena sesión en el cine...


    Fecha: 23/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ya habíamos hablado varias veces por Internet. Él era un hombre bastante mayor que yo, pues tenía 34 años (yo tengo 18), pero me resultaba terriblemente atractivo: no demasiado alto pero muy fibrado, pelo castaño claro, ojos azules y una boca que daban ganas de besar. Fue una cita normal, como a tantas otras había acudido ya anteriormente. Tomamos café, coqueteamos, jugamos con nuestras miradas…Realmente había una gran atracción entre nosotros.
    
    Estaba nerviosa, pero sabía que le gustaba, así que no me preocupaba demasiado. Resolvimos ir al cine. Mientras esperábamos la cola para sacar las entradas agarró mi cintura suave y tímidamente, lo que me excitó bastante. Me giré, miré esos preciosos ojos, sonreí y le besé. El respondió con unos movimientos de lengua espectaculares que llevaron mi mente a imaginar como juguetearía con mi sexo…
    
    Y entramos a la sala. Yo no veo muy bien de lejos, así que le pedí no alejarnos demasiado de la pantalla. Nos sentamos aproximadamente en la fila de la mitad del habitáculo. Miré a mi alrededor, no había mucha gente. Solo unas cuantas parejitas dándose palomitas el uno al otro.
    
    Ricardo, mi acompañante, no esperó a que empezara la película para empezar a acariciar mi cuello y bajar a mis pechos que se asomaban ligeramente de mi blusa. Yo no dije nada, solo disfrutaba de aquellas caricias tan espléndidas. Agarró mi mano y la colocó sobre su pantalón, en el muslo que estaba más cerca de mí, mientras seguía deslizando aquellas manos ...
    ... varoniles por mis ya erectos pezones, sobre la ropa.
    
    Mi mano se dirigió a su paquete, que empezaba a abultar más de lo normal, y quise agradecer esas caricias que me estaba haciendo. Sin decir nada se desabrochó el pantalón, mirando al frente pues la película estaba comenzando, para que pudiera masajear más libremente esa gran polla que aún no estaba del todo dura. Comencé a pajearle, y fue en ese momento que temí que pudieran vernos. La verdad es que soy bastante vergonzosa en ese sentido.
    
    Paré de tocarle, aparté su mano disimuladamente de mi cuerpo y me dispuse a disfrutar de la película. Me miró extrañado y me preguntó si no me estaba gustando. Le dije que me encantaba, pero que prefería ver la película tranquilamente y después podríamos acabar en mi departamento para rematar la faena, asegurándonos de esa forma de que nadie nos molestara. El sonrió y dirigió su mano a mi entrepierna, adivinó perfectamente donde se encontraba mi clítoris y aun sobre el pantalón hacía círculos. Ese roce provocó en mi gran excitación. Estuvimos calentándonos disimuladamente aproximadamente media película, pero no pudimos contenernos por más tiempo. Ricardo sacó mis pechos por encima del top y del sujetador que llevaba, y se acercó para lamerlos y mordisquearlos salvajemente. Mi respiración estaba ya bastante acelerada, me agarró del pelo y me empujó, con cierta violencia pero cariñosamente, hacia su pene bien erguido ahora. Preferí adoptar una postura más cómoda para hacerle una buena mamada, ...
«123»